CRÍTICA AL CRÍTICO
Me refiero al editorial de hoy, del periódico del País.

Con un juicio fingidamente salomónico, el editorialista amonesta al Gobierno español bien por “su bisoñez, bien por el inconfesable antiamericanismo de algunos de sus miembros... tan contraproducente como el furibundo americanismo de Aznar".

Habría que empezar por preguntarle al editorialista dónde sitúa, en qué consiste, qué es para el periódico lo contraproducente. Recuerda las palabras de Rajoy cuando, para referirse a las rencillas de sus correligionarios, habló de ellas como poco ”edificantes”

El País ha perdido la brújula. En realidad sus devaneos con la causa de Bush han sido siempre disimuladamente patentes a base de no pronunciarse categóricamente contra su deleznable y hitleriana política.

Desde luego lo que se dice muchos ascos tampoco se los ha hecho... Llamar inconfesable antiamericanismo del Gobierno español a lo que sería en todo caso un confesado antibelicismo bushista, como lo ha probado la fulminante retirada de las tropas de Irak, es una bajeza que aleja al periódico del espíritu gubernamental; un espíritu que, en este delicado asunto, como debería recordar El País, comparte con la inmensa mayoría de españoles (el 92%) superando en él sus respectivas ideologías partidistas...

Y es una bajeza también, porque la índole moral de los sentimientos colectivos e individuales que hay en juego sobre la ocupación del país iraquí no permite en absoluto medias tintas. Si se está en contra de esa política usurpadora —y el gobierno lo está sin tapujos— no viene a cuento bailar las aguas a un embajador que debiera saber bailárselas al gobierno del territorio donde ejerce tan mal (o tan bien dirigido) su función diplomática.

El País se posiciona emotivamente al lado de un embajador que sólo le ha faltado increpar en vivo y en directo a Zapatero. Por eso es posible que se escabullera; no se fió de sí mismo. Quizá le faltó poco para darle una bofetada, como aquel fascista, el tal Lojendio, embajador de Franco, que se la dio a Fidel Castro ante las cámaras de televisión cubana y el asombro de todos en los años de maricastaña...

Asignando un posible antiamericanismo al gobierno español cuando ha mantenido una muy prudente y digna actitud frente a un embajador tan poco diplomático, no se hace otra cosa sino ponerse al lado inequívoco del desaire del embajador y de lo que representa. Por último, ¿cuándo empleó El País el término "furibundo americanismo" de Aznar relacionándolo, aliado éste indignamente a Estados Unidos, con su traición a la mayoría de españoles?

Decididamente El País, hoy por hoy, va derivando no sólo hacia posicionamientos como los señalados en política internacional: se va haciendo rápidamente cada vez más reaccionario.
¿Acabará como la Fox?

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>> Autor: Jaime Richart (16/10/2004)
>> Fuente: Jaime Richart.

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