¡Sale el Mejor Libro de Félix Rodríguez de la Fuente!

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Creo que uno de los errores firmes de Félix fue su compromiso tan fuerte y acelerado (justificado por aquella oportunidad que se le brindó), que por conseguir los compromisos que le salieron en el mundo de la TV en aquel momento y que Él estaba esperando tan fervientemente, se pasó demasiado exigiendo a su equipo en general para conseguir las metas y objetivos en tan poco tiempo.
Es normal, y solo el demostró que fué capaz de crear un equipo así de efectivo, y de que trabajara junto perfectamente coordinado, para conseguir resultados magníficos como se hicieron.
No se le comprendió en absoluto el esfuerzo y la energía que este hombre imprimió a su corta vida, -al menos en los pocos años que pudo tener apoyo financiero para reunir naturalistas y técnicos-, dedicada a crear ese mensaje de conservación de la naturaleza tan atacada y acosada. Su exigencia para dar lo mejor en una oportunidad que se le había ofrecido porque se la había ganado esperando ese momento en su vida, no fue entendida para nada, y muchos naturalistas o ecologistas de pacotilla han sabido entender. El daba 1000 x 100, así que exigía a la gente que le rodeaba que eliminara los inconvenientes. Lo quiero así, hazlo y punto. Ese autoritarismo que te puede conducir la pasión por hacer las cosas inmejorablemente, es muy dificil que lo pueda entender aquel que solo está para cumplir su horario de trabajo y punto. Que imprime en su vida, el dar lo mejor exigiéndose ser el mejor. No tuvo tiempo en su corta vida de explosión televisiva, en reconocer abiertamente y de forma sencilla, la gran labor de unas personas que estaban ayudándole y que eran parte importantísima y fundamental del éxito completo del equipo que el coordinaba, dirigía y que aprendía a la carrera sin pestañear para ayudarle. Creo que ese poco reconocimiento ante el gran público de esos técnicos de TV, de Aurelio Pérez por ejemplo, -entre tantos otros personajes imprescindibles en el éxito global de toda la tarea-, que pasaron frío, calamidades para cumplir las ordenes de Félix que las daba a su manera en esa carrera de cumplir los contratos con el mundo acelerado de la TV, hizo que muchos que trabajaban con él, que no eran para nada sus amigos ni entendían el fin de todo aquel desasosiego, posteriormente le denunciaran, le acusaran de manipular y sacrificar animales, cuando el fin, en aquel momento en que se estaba creando historia en el naturalismo en España, estaba más que justificado. Cambió la visión de su país por la Naturaleza. Y los años de silencio que vinieron tras su muerte, será imperdonable para la familia Félix, que ha dejado morir aquel sagrado legado de un hombre que dió lo mejor para que le siguieramos.
El mensaje, el tocar a la población entera, incluso a los políticos, estuvo y estará siempre justificado. Todos los comentarios para desprestigiar son de aquellos que en su vida han podido hacer ni sombra de lo que el movió y dan los zarpazos de los perdedores, que darán siempre las mil escusas de por que las cosas no pueden funcionar. Hay que leer el libro de Aurelio Pérez, y entender aquella otra postura que Aurelio entendió perfectamente, en la que verdaderamente se comprometió totalmente con el Proyecto de Félix y que con la muerte de Félix, se vió traicionado por Marcel Parmentier, que no tenia nada que ver ni con la conciencia ni con el compromiso, ni con la gratitud que tenía Félix con su gente, con Aurelio especialmente y sobre todo con la Naturaleza. Y la mujer de Félix, -sabe toda la España de naturalistas a estas alturas,- que no tenía ni pizca de compromiso con la naturaleza, ni con el futuro que a la Naturaleza le deparase, solo se preocupó por el dinero que generó el trabajo de su marido, por los derechos de autor, y punto. Y de quitarse a todos los que trabajaron con su marido, para que nadie lograra seguir sus pasos ni se enriqueciera a costa de la obra de Félix que era de muchos. Nunca se preocupó de buscar alternativas a seguir el camino de Félix, aunque fuera más lentamente o dirijido de otra forma. Lamentablemente la imagen que tenemos muchísimos de los que estamos metidos con los problemas reales de España y de toda la tierra, es que su hija Odile con la creación de la Fundación Félix Rodriguez de la Fuente sigue los mismos pasos de su madre, vivir a costa de la Naturaleza, no para dedicarse a defenderla a capa y espada frente a cualquier corrupción salvaje en la que hoy está sometida. Odile es jóven, pero a estas alturas, esta más que muy lejos de asumir el compromiso de su padre para arremeter contra este salvajismo desmesurado y de frenar la paralización de toda acción contra la destrucción del patrimonio natural que aún queda en la Península Ibérica. Y si no es así, ¿por que aprovecha su nombre para darle vueltas a la tortilla y no acometer en plena acción frente al mundo, los problemas acuciantes que esta pasando la fauna española, etc. etc. etc? ¿Como es posible que eso suceda y que NO úna esfuerzos para hacer frente a tanta barbarie que se acelera por momentos? Yo le pido desde Santander que reflexione y que unifique un ejercito de naturalistas para dar frente a todo el saqueo que se produce, de levantar la voz por encima de los ecologistas comprados por las subvenciones y por los politicos degradados por la avaricia y codicia sin medida. Piénsalo Odile, posiblemente aún tengamos tiempo. Un abrazo de corazón.

Al leer los escritos de Aurelio Pérez, puede saberse lo que pudo sufrir un hombre que deseaba trabajar con un monstruo como Félix, que dió lo mejor de su vida en un compromiso sin condiciones, y que tuvo un destino tan cruel de trato, cuando era una parte muy importante y fundamental de toda aquella tarea del mundo de Félix que hechizó a España entera para moverse hacia el conservacionismo por nuestra Naturaleza. Donde quiera que estés amigo Aurelio, espero que estes filmando con Félix nuevos reportajes del Universo. Gracias por la vida que llevaste, y por tu aportación al mundo, que por desgracia estoy segura que cada vez la valorarán más. Tienes más nietos que te añoran, más de lo que un humano podría imaginar. Cuídense todos, y sigamos trabajando.
Nombre: Felicia García Fido (29/05/2008)