Insertado por: Redac.Ibérica2000 (28/12/2009)
Fuente/Autor: Recopilaciones para Ibérica 2000.
Comentarios
Estimados amigos:
Si hay muchas cosas que pasamos por alto a la hora de describir en los viajes que realizamos, y deberíamos empezar a veces por los complicados preparativos que antes hay que tener en cuenta. Listas de materiales y equipo necesario en cada ocasión, libros y consultas también en Internet por supuesto. Llamadas telefónicas a las editoriales para que nos manden los libros de guías que tengan publicados con sus mapas. Repasando tranquilamente sin valorar el tiempo empleado, cada hoja y cada descripción para seleccionar lo más llamativo para sintetizar un viaje donde siempre hay mucho que contar; para organizar una vez en los lugares escogidos, que rutas deberemos realizar para unir y relacionar temas. En Ibérica 2000 esa relación de temas ha sido lo más interesante y lo que los usuarios más han sabido valorar (aunque a veces se pierden entre tantos enlaces... y tantas imágenes), ya que es bonito viajar, pero también el conocer con los ojos bien abiertos los espacios más allá de lo que una simple vista turística pueda esconder. De lo que los "domingueros a las finas hierbas" muchas veces no logran ni por asomo, asomarse... Conocer, documentarse sobre la zona, sobre sus formas de vivir y trabajar de sus gentes, sobre sus fiestas, costumbres y sobre los productos que usan en sus gastronomías más locales. Intentando comprender las necesidades de sus habitantes, llorar por sus espacios cuando uno los descubre agredidos o mutilados; entonces puede tomarse un punto de vista más honesto con las realidades que pisa. Entonces uno plantea su descripción bajo uno u otro punto de vista comprometiéndose con los lugares aunque no se pertenezca a ellos en sangre. Conocer los rincones es terminar amándolos para defenderlos a capa y espada si es que se cree con el sentido común. Nuestra Naturaleza donde quiera que vayamos merece respeto, admiración y humanidad por encima de todas las opiniones. Tratar con las personas que gestionan los negocios que usaremos para estar cómodos y servidos, mantener con ellos relajadas reflexiones nos inspirarán iluminándonos el alma, nos harán ver lo que no podríamos ni adivinar sin permanecer un largo periodo de tiempo en cada tierra. Preguntar a veces es demasiado osado, pero en nuestros artículos vamos más allá, queremos saber, curiosear lo que se pueda curiosear, queremos oler y sentir lo que sienten los moradores de estos lugares, para ponernos en la piel que habitan, para conocer a fondo sus inquietudes y también sus desconocimientos, para dar y tomar. Establecer relaciones humanas siempre ha sido nuestro mayor interés en el Proyecto Ibérica 2000. Hacer excursiones para valorar y compartir los paisajes, no era ni es lo más importante. Lo más importante son las amistades que se hacen en el camino, los abrazos que después de meses te ofrecen y entregas al partir, esos son los mejores tesoros que amasamos. Amistades que perdurarán ya en el tiempo. Son ellos los ojos y los oídos que allí dejaremos a perpetuidad. Ellos ya somos nosotros y nosotros ellos, a través del contacto umbilical del correo electrónico, de las webs, y ahora de las redes sociales, creadas y diseñadas especialmente para nosotros, que queremos llegar cada vez más lejos para que se abran más tertulias, comentarios, opiniones biodiversas y pensamientos compartidos de todos los colores. Eso es vivir los viajes... y viajar intensamente, porque donde vas, dejas tu energía ya allí para siempre. Y aunque no regreses físicamente porque hay mucho que ver, cuando revisas estos artículos por cualquier detalle, regresas en vivo a ellos y vuelves a respirar aquellos aromas, sientes los fríos que degustastes de las montañas y respiras las brisas entre hayedos, coníferas y ganadería. Viajar es más que un corto fin de semana, es más que recorrer unos espacios en coche o en moto, en autocaravana, en bici o en monopatín. Es compartir, sentir los espacios más allá de lo que unas simples fotografías nos quieran enseñar; es tratar con almas que se cruzan y entrecruzan en esos caminos y senderos, que te atienden, que te escuchan y que te entienden en silencio, no tan sólo viéndote pasar. No un plato más que servir en una noche ajetreada, no una mesa más a limpiar cuando sigamos el camino.
Humanidad de humanidades... poniendo el corazón en cada viaje, para que al mismo tiempo, te lo den y te lo regalen.
Después de haber vivido y compartido, vienen las descripciones, el análisis de las notas tomadas, la selección de los temas y de las fotografías. Horas y horas... noche tras noche, intentando usar las palabras más adecuadas recordando al pie de la letra muchas conversaciones, más allá de las simples faltas ortográficas diplomáticas. Hacen falta compromisos, en vivir, y en defender temas más allá de la indiferencia. Hace falta unir esfuerzos y hace falta comprender muchas razones para terminar posicionándose en uno u otro bando cuando uno es testigo de conflictos. Las guerras de la montaña con el llano hay que analizarlas para entenderlas. Las discursiones hay que valorarlas más allá de lo que nos contaron unos y otros. Nosotros entramos al trapo para entender, y no entendimos nunca muchas injusticias, porque nunca se podrán entender. Vive, viaja, no dejes que nadie te cuente y abre tus ojos de par en par. Nunca creas todo lo que crees porque hay muchos puntos de vista que se nos escapan, si no salimos de nuestras casas o de nuestros sillones. Vive, sal, escápate, viaja... ¡y déjate de pamplinas!
De la mano de JMiguel - Director en Ibérica 2000.
www.iberica2000.org/Es/Busquedas.asp?Palabra=viajes
Nombre: Susana Carbonell (31/08/2011)