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Hoces del Riaza: el Refugio de Rapaces cumple 33 años.

(3667)

SEGOVIA. (ESPAÑA)
El próximo 13 de enero se cumplen 33 años de la inauguración del Refugio de Rapaces de Montejo, y del Refugio limítrofe del embalse de Linares, administrados respectivamente por WWF/Adena y por la Confederación Hidrográfica del Duero, en las hoces del Riaza y su entorno (términos de Montejo y de Maderuelo). Otra parte de las hoces corresponde al término de Valdevacas. Y todo el paraje forma parte de una amplia zona natural del nordeste de Segovia, sur de Burgos y suroeste de Soria; que, como escribió Daniel Magnenat, “es completamente excepcional, de valor internacional”.

Ya vamos quedando muy pocos, de los naturalistas que vivimos la gestación del Refugio. Y que podemos dar fe de la ilusión que lo hizo posible, junto con la enorme generosidad por parte de muchas personas y entidades (desde habitantes de los pueblos, hasta la Diputación de Segovia; desde los Ayuntamientos, hasta el grupo de empresas Pascual; y un larguísimo etcétera).


Daniel Magnenat enseñando un oculto nido de collalba rubia en los páramos, junto al Refugio de Montejo. 11-6-2000. D. 5.277.
(Foto: Fidel José Fernández).

Sin esa generosidad, unida a la belleza de sus paisajes repletos de vida, no podría entenderse el especial encanto del Refugio, el motivo por el que tantas personas (de dentro y de fuera de España) le han dedicado tantos esfuerzos, sin buscar ninguna recompensa material. Esa entrega por completo desinteresada no sólo produjo un seguimiento de la fauna extraordinariamente riguroso y prolongado (en algunos aspectos, seguramente como en muy pocos espacios naturales en el mundo).

También permitió mantener el Refugio, lo que resultó mucho más difícil todavía que crearlo, pues los problemas parecían a veces insalvables. Los que hemos vivido su historia increíble sabemos que ha sido real, aunque ahora intenten borrarla algunos de los que más agradecidos deberían estar.

El último año, 2007, ha sido especialmente triste para el Refugio, en muchos aspectos. Y no me refiero sólo a los envenenamientos habidos en sus proximidades (uno de los cuales fue el más grave de su historia), ni a la reducción de sus poblaciones de rapaces, ni a lo desastrosa que resultó la temporada de cría (con los resultados más bajos de los quince últimos años, e incluso de los 33 últimos años en el caso del alimoche), ni a lo agresivas que han resultado algunas actuaciones realizadas en el Parque Natural, ni al fracaso casi total en los nidos de las peñas cuya parte superior es frecuentada por visitantes.

Tampoco aludo únicamente al desprecio (que ha llegado a ser una auténtica burla) del que hemos sido objeto, por parte de ciertos cargos u organismos oficiales (no todos, desde luego) que deberían velar por la conservación, los naturalistas del Fondo, que llevamos mucho tiempo procurando estudiar y defender esas tierras; así como otras personas que se han atrevido a oponerse a ciertos planes de la actual dirección del Parque Natural, y a pesar del respaldo del Defensor del Pueblo a nuestra postura.

El año también ha sido triste por otros motivos. Destaca la muerte, no por anunciada menos dolorosa, del extraordinario naturalista suizo Daniel Magnenat, el único ornitólogo (de más de un millar que han realizado estudios en el Refugio, y según la información que conocemos) que consiguió descubrir en esas tierras nidos de aves tan escasas o tan esquivas como la curruca tomillera, la alondra de Dupont, el pico menor, el escribano hortelano, el arrendajo, etcétera.

Fue también el primero que localizó en el Refugio nidos ocupados de otras especies, desde el águila culebrera hasta el alcaudón real; y el único que registró allí aves tan raras en Castilla y León como la terrera marismeña o la garcilla cangrejera. Las magníficas fotografías que Daniel obtuvo siguen siendo, para la mayor parte de los vertebrados salvajes (e incluso para no pocos invertebrados), las mejores que hemos conocido en la comarca durante 33 años, a pesar de que en el Refugio han trabajado varios de los principales fotógrafos de naturaleza de diferentes países.

Casi todos los años, ese hombre bueno, que había estudiado los animales salvajes en otros muchos lugares del mundo (llegó a observar 1.546 especies de aves, entre Europa, Asia, África y América), pasaba semanas enteras en aquellos páramos castellanos que tanto amaba, estudiando y defendiendo la fauna con paciencia y entrega sorprendentes, a pesar de las inclemencias del tiempo y de su mala salud.

No recibía nada a cambio, realizó además donaciones económicas para el Refugio, y tuvo incluso la increíble generosidad de enviar copia de sus rigurosos informes (o de sus fotos en la zona) a todas aquellas personas o entidades que los pidieron. Algunas de sus fotos han sido portada de revistas especializadas nacionales o internacionales; y otros trabajos suyos han figurado en diferentes libros, monografías o congresos científicos.

En Suiza, Daniel ha sido objeto de un reciente homenaje, de la sociedad ornitológica. Nosotros le hicimos otro en Montejo y en Aranda de Duero, aún en vida; y dedicamos en 2007 el último censo de otoño, así como la última Hoja Informativa sobre el Refugio (Nº 31, de 314 páginas), a Daniel Magnenat y a David Gómez.

Además, les dedicamos a ambos, así como a los magníficos guardas de WWF/Adena en el Refugio (Jesús Hernando y su padre Hoticiano, actual guarda de Honor), las III Jornadas sobre Buitres, curso de verano de la UNED celebrado en Plasencia (Cáceres), con participación de varios de los principales expertos de distintos países; y cuyas conclusiones, aprobadas por unanimidad, han tenido amplia resonancia, lo que sin duda refleja la preocupación general que existe por estas aves. Por cierto, es justo agradecer el bonito gesto espontáneo que tuvo la Vicedecana de Ciencias Ambientales, enviando a los citados guardas unas cartas oficiales de agradecimiento por su larga y abnegada labor, que además resulta de especial importancia en la situación actual de los buitres.

Destacamos asimismo la colaboración de la Asociación Cultural y del Ayuntamiento de Montejo, que cedieron amablemente sus instalaciones para el censo de otoño.

También debemos seguir agradeciendo el trabajo desinteresado y la ayuda generosa de cientos de naturalistas. Sus datos e investigaciones permitieron, en 2007, confirmar por fin la presencia en la zona de especies tan interesantes como el extraño murciélago rabudo (gracias a José Luis Armendáriz y Alberto Fernández), o incluso registrar alguna nueva como el migrador fumarel cariblanco (observado por Javier Vitores, Consuelo Bellella y Xavier Parra).

En este sentido, el Refugio sigue pareciendo un filón inagotable, a pesar de todo el trabajo hecho allí; y reflejado ya en 43 congresos científicos (17 de ellos internacionales), 699 trabajos o informes naturalistas (sin contar los relativos a los censos, que son muchos más), cuatro tesis doctorales y distintos proyectos fin de carrera, docenas de miles de páginas de apuntes o de fotografías, 20 premios, 237 charlas o conferencias, 17 títulos o figuras de protección, 181 programas de televisión y 421 de radio, y 2.985 publicaciones de todo tipo (incluyendo varias de las principales revistas científicas o divulgativas del mundo, sobre estos temas).

Precisamente una de estas publicaciones, el espléndido libro “Uñas de cristal” sobre las rapaces españolas, apareció en 2007, como la obra póstuma del inolvidable David Gómez, con más de 90 colaboradores. Contiene más de ocho páginas dedicadas al Refugio de Montejo, donde se relatan algunas de las tremendas luchas a las que debe su supervivencia; y se resalta “el enorme sacrificio realizado, por muchísimas personas de variada procedencia, para que pueda seguir existiendo”. Ya en 1980, Damián Arguch escribió que “el fin del Refugio no ocurrirá así como así, mientras quede gente enamorada de él”. Veinticinco años después, el mismo ornitólogo destacó que el Refugio ha sido “una escuela de ilusión”.

En uno de sus libros, el Dr. Valverde afirmó que Doñana “ha dejado ya una huella tan profunda que parece imborrable”. Salvando las grandes distancias, en algunos aspectos quizás no resulte exagerado decir algo parecido del Refugio de Rapaces; que ha aportado, como escribió Borja Heredia, “una valiosísima información para la conservación y gestión de otros enclaves análogos en todo el mundo”.

Y sigue teniendo una profunda influencia, como muestra todo el apoyo que hemos recibido, en nuestra lucha contra la proyectada “senda larga”, por parte de reconocidos ornitólogos (incluyendo todos los participantes en las mencionadas Jornadas sobre Buitres, y muchos otros) y de variadas asociaciones (desde el Fondo Amigos del Buitre en Aragón, hasta Ecologistas en Acción de Extremadura; desde la Coordinadora Ornitológica de Asturias, hasta la Federación Andaluza de Asociaciones para la Defensa de la Naturaleza; desde la Sociedad para la Conservación de los Vertebrados, hasta el Grupo Espliego de la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono; desde ÁNDALUS, hasta GREFA; y desde el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes, hasta el Grupo Europeo del Buitre Leonado, sin olvidar el grupo local AFFA; y bastantes más).

El Refugio (y su entorno) no sólo alberga la mayor colonia de buitres que se conoce (y la más estudiada). También ha aglutinado a muchas personas que trabajan sinceramente por defender la naturaleza salvaje, que se enfrenta a graves amenazas (a veces, paradójicamente, en nombre de la conservación); pero que debe mantener su equilibrio, su fuerza, y su profunda belleza.

Dr. Fidel José Fernández y Fernández-Arroyo.
Presidente del Fondo para el Refugio de las Hoces del Riaza.



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Insertado por: pamelaamaya (11/01/2008)
Fuente/Autor: Dr. Fidel José Fernández y Fernández-Arroyo.
 

          


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* Hoces del Riaza: el Refugio de Rapaces cumple 34 años
El 13 de enero se cumplen 34 años desde la inauguración del Refugio de Montejo, y del Refugio del embalse de Linares, administrados respectivamente por ADENA (WWF España) y por la Confederación Hidrográfica del Duero. Asistieron el actual Rey y entonces Príncipe de España, el Príncipe de Holanda (Presidente del Fondo Mundial para la Vida Salvaje, WWF), un ministro y un subsecretario, el Director General del ICONA y altos cargos del Ministerio de Agricultura, los gobernadores civiles y los presidentes de las Diputaciones de cinco provincias, el alcalde de Segovia y las autoridades locales, miembros de la Junta Rectora de ADENA, etc. Y entre los naturalistas, el Dr. Félix Rodríguez de la Fuente, que fue quien propuso la idea. Antes, en octubre de 1974, en una reunión en Suiza de las delegaciones nacionales del WWF, este Refugio español se consideró “lo más importante de todo lo presentado”; y tuvo “un gran eco internacional”, como escribió Ramón de Madariaga. El propio Félix reconoció que el proyecto “en sus comienzos parecía quimérico”. En la primavera de 1974, Rodríguez de la Fuente nos decía, con esa emoción que él sabía transmitir: “Y cuando hagamos la reserva de los buitres…”. En 2006, esta frase fue el título del emotivo libro que me regalaron por sorpresa muchos amigos, al terminar el homenaje que hicimos allí al extraordinario ornitólogo suizo Daniel Magnenat, después de nuestro censo colectivo de otoño. Poco tiempo más tarde, Daniel nos encargó, antes de morir, que continuáramos “amando y protegiendo esta bella región”, que él había amado y estudiado hasta cotas increíbles. (El mencionado libro, las últimas Hojas Informativas, y muchos otros informes sobre el Refugio, pueden verse en www.naturalicante.com). Muchas personas y entidades, de dentro y de fuera de la comarca, trabajaron para hacer posible el Refugio. Soy testigo de la ilusión que despertó. Quise averiguar si conseguía detener el declive de los buitres (y otras rapaces), que tenían una de las mayores colonias en esos parajes excepcionalmente bien conservados. Ya el 1 de febrero de 1971, Dionisio Escudero Pascual había indicado, en “El Adelantado de Segovia”, la necesidad de proteger esa gran población. En 1975 comencé los censos (de todos los nidos con éxito), que recibieron varios premios científicos, y que he conseguido realizar cada temporada; incluso haciendo la “mili” en Canarias, como relaté en el libro “Uñas de cristal”, a petición del inolvidable David Gómez. Durante estos 34 años, he entregado al Refugio casi toda mi vida. Empezaron asimismo otros trabajos, y un prolongado seguimiento excepcionalmente riguroso. Cientos de naturalistas, de variada procedencia, han participado de forma generosa. Ha sido recogido en 3.147 publicaciones de todo tipo (incluyendo varias de las principales revistas del mundo, sobre estos temas), 45 congresos científicos (17 de ellos internacionales), 20 premios, 17 títulos o figuras de protección, 734 trabajos o informes naturalistas (sin contar los relativos a los censos, que son muchos más), cinco tesis doctorales y distintos proyectos fin de carrera, 249 charlas o conferencias, etc. El Refugio ha aparecido también en 486 programas de radio y 187 de televisión, desde la serie “El Hombre y la Tierra” de Televisión Española (traducida a bastantes idiomas, y emitida en 52 países), hasta la película “La terra degli avvoltoi” (“La tierra de los buitres”) de la Televisión Italiana (la RAI); y desde el documental “El Refugio de Rapaces de Montejo” de la Televisión de Segovia (que fue premiado, por la Junta de Castilla y León), hasta la reciente filmación de National Geographic y otras tres cadenas sobre los buitres del mundo. En 2008, la 2ª cadena de RTVE emitió, para toda España, el espléndido documental “El guardián de Montejo”, en homenaje a Hoticiano Hernando, ahora guarda de Honor del Refugio. Su hijo Jesús, actual guarda de WWF España, continúa desarrollando una labor esencial; y además mantiene el comedero de buitres, uno de los pocos que siguen funcionando en toda la comarca. Los buitres parecen ahora tan hambrientos que, en los dos últimos años, están bajando al comedero en cuanto el guarda les lleva carne, en presencia suya, como no había ocurrido en más de treinta años anteriores. En pueblos cercanos, se les ha fotografiado incluso sobre los contenedores de las carroñas. Sin duda, esta situación insólita es consecuencia del nuevo y costosísimo sistema de retirada de cadáveres animales en el campo; sistema que no puede mantenerse a largo plazo, como han mostrado los expertos reunidos en el congreso nacional de Caravaca (Murcia) en 2008 (organizado por la asociación Caralluma), y en las III Jornadas sobre Buitres de Plasencia (Cáceres) en 2007 (curso de verano de la UNED). La conferencia inaugural del encuentro de Caravaca estuvo dedicada a las más de tres décadas de seguimientos en las hoces del Riaza. Estos trabajos pioneros han inspirado otros muchos estudios, dentro y fuera de España. Entre ellos, el reciente censo invernal andaluz del buitre leonado; tal como señalaron, en este congreso, los representantes de la Junta de Andalucía. Añadieron que “en ningún sitio se hace mejor que en el Refugio de Montejo, el censo otoñal”. Conviene recordarlo, cuando en 2008, lejos de dar facilidades (como sí las ofrecen, y son de agradecer, bastantes personas y asociaciones de distintos pueblos), la Junta de Castilla y León ha llegado a autorizar una montería coincidiendo con el sábado del ya tradicional censo de otoño (realizado altruistamente; y para el que teníamos todos los permisos previos, incluido el de la Junta). Se mataron 14 jabalíes, en la zona de reserva del parque natural, con riesgo real para participantes en el censo (algunos sintieron disparos cerca, y otros obtuvieron alguna fotografía difundida y comentada en Internet), y a pesar de la proximidad de algunas sendas que han hecho para los visitantes. Sobre esto último, ciertas actuaciones de uso público del parque natural, basta ver las fotos recientemente publicadas (en la nueva Hoja Informativa sobre el Refugio, de 360 páginas, o en la última circular del Fondo, por ejemplo), para comprobar que alguna senda es impracticable cuando el embalse se llena, pues está por debajo del nivel máximo del agua (tal como fue advertido y denunciado, antes de que la hicieran). Resulta triste, por otra parte, el desprecio que muestran algunas de las últimas obras, costeadas con dinero de todos, hacia el medio natural que paradójicamente motivó esta “protección”. También es una pena la actual falta absoluta de reconocimiento, por parte de algunos (no todos, desde luego) de los que más agradecidos deberían estar, hacia muchos trabajos rigurosos y altruistas, e incluso hacia personas octogenarias que dedicaron gran parte de sus vidas a estudiar y proteger eficazmente esas tierras hermosas. Para paliar en parte este olvido injusto, acabamos de terminar un libro colectivo, titulado “La leyenda de las cárcavas / Crónicas de naturalistas españoles en el Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega (Segovia)” (editado por Universa Terra), que recoge relatos variados de bastantes conocedores de estos parajes; y se añade al nuevo libro sobre el Refugio de WWF España (éste, con la Obra Social de Caja Madrid), aparecido también a finales de 2008. Este último año ha deparado asimismo otras sorpresas; desde una nueva especie (la 322) para la lista de vertebrados del Refugio (la agachadiza chica, ave migratoria señalada con dudas en agosto por un ornitólogo de Barcelona, y confirmada en noviembre por tres ornitólogos de Alicante, si bien algunos naturalistas de Aranda ya la habían registrado en el sur de Burgos), hasta el trágico incendio del verano (el peor en 34 años, en la zona). El fuego afectó a cuatro términos municipales próximos a las hoces; y a más de mil hectáreas de inmenso valor natural, como bien sabían los suizos (Daniel Magnenat y otros) que tantos descubrimientos realizaron allí. Nadie entiende que se autoricen trabajos forestales en pleno verano, con maquinaria, a las horas de más calor, y en condiciones atmosféricas como las que había el 6 de agosto. Una semana antes, estuve controlando, como todos los años, nidos de rapaces forestales en esa misma zona. Pocos días después del incendio, pude comprobar que algunos nidos habían ardido literalmente, pero no todos. También nos preocupan mucho, y no sólo a nosotros, las posibles consecuencias, para la vida silvestre, de las actuaciones posteriores al fuego (adjudicadas a la misma empresa que provocó el incendio, según nos confirman en los pueblos afectados); y bien ilustrativos son, en ese sentido, varios ejemplos en un reciente libro del Ministerio de Medio Ambiente. Durante estos 34 años, el Refugio se ha enfrentado a difíciles problemas. Algunos habrían acabado con él, sin el sacrificio personal y el esfuerzo anónimo de más de mil enamorados de esa tierra. Ahora, los increíbles regalos póstumos de Daniel Magnenat, y los múltiples apoyos que recibimos cada día, nos animan ante las nuevas amenazas, y reflejan una entrega altruista que no debería ser olvidada.
Tampoco debería ignorarse la grave situación de los buitres en gran parte del mundo. Como escribí en 1983, ojalá el Refugio, que tanto ha influido en otras reservas, siga siendo, a pesar de las adversidades, “la tierra que siempre resistió”.
Dr. Fidel José Fernández y Fernández-Arroyo
Presidente del Fondo para el Refugio de las Hoces del Riaza
Profesor Titular de Universidad y Catedrático de Instituto
Nombre: FIDEL JOSE FERNANDEZ Y FERNANDEZ  (26/01/2009) E-mail: ffernan@mat.uned.es
 
* Hoces del Riaza: la Resolución del Procurador del Común respalda al Defensor del Pueblo y añade que no se debería haber aprobado el actual Programa de Uso Público del Parque Natural.
El Procurador del Común de Castilla y León acaba de enviar su resolución relativa al expediente Nº 20080278, sobre disconformidad con la gestión del Parque Natural “Hoces del río Riaza” (Segovia), tramitado a raíz de la queja presentada por el Fondo para el Refugio. En su informe, el Procurador del Común “comparte totalmente” la anterior Sugerencia del Defensor del Pueblo (Expediente Nº Q0502445), que daba la razón al Fondo. La dirección del Parque Natural no hizo caso ninguno de dicha Resolución, y la Junta de Castilla y León ni tan siquiera respondió –como era su obligación legal- a cuatro requerimientos del Defensor del Pueblo, que así lo hizo constar en su Memoria Anual ante las Cortes Generales, “todo ello sin perjuicio de las responsabilidades en que hubieran podido incurrir las autoridades y funcionarios”. Además, contraviniendo por completo aquella resolución, se aprobó un programa de uso público que no sólo incumplía diferentes normativas legales (detalladas por el Defensor del Pueblo en su extenso informe jurídico, de quince páginas), sino que, como mostró el Defensor del Pueblo, “convierte tal declaración [la del Parque Natural] en una amenaza en lugar de servir al fin de conservación de sus valores ecológicos” (página 10).
Es importante señalar que, en ciertos parajes, “el aislamiento y tranquilidad además de ser claves para la fauna, también son valores en sí mismos” (página 12 del referido informe del Defensor del Pueblo, cuya lectura aconsejamos, y que puede verse íntegramente en www.naturalicante.com/mochila/Montejo/Montejo 2006/resolucion-defensor-del-pueblo.pdf).
* Este programa de uso público fue aprobado por la Junta Rectora en su reunión del 16 de agosto de 2007, con asistencia de catorce de sus treinta miembros; con dos abstenciones (una de ellas, la de WWF España, Adena), y con el único voto en contra del Dr. Fidel José Fernández como representante de las organizaciones de defensa de la naturaleza. Ahora, la resolución del Procurador del Común indica que este programa “no se debería haber aprobado”, pues no cabe que “ni siquiera la Junta Rectora del Parque como máximo órgano asesor” apruebe dicho programa por sí mismo y sin tramitarlo conforme a los procedimientos establecidos en la Ley de Espacios Naturales y en el PORN del Parque Natural (el informe completo, de once páginas, puede verse en: * www.naturalicante.com/mochila/Montejo/Montejo 2009/resolucion-procurador-del-comun.pdf).
El Procurador del Común indica distintas disposiciones legales, de obligado cumplimiento. De acuerdo con ello, aconseja fomentar el desarrollo socioeconómico de los tres municipios afectados por el Parque Natural; pero recuerda que esto siempre ha de estar subordinado “a la preservación de los valores naturales que motivaron su declaración como Parque Natural”, priorizando dicha preservación “sobre el uso público (ejecución de infraestructuras y tránsito de personas)”, para lo cual deben utilizarse “criterios restrictivos”.
De conformidad con lo dispuesto en la Ley, el Procurador da un plazo de dos meses, a la Consejería de Medio Ambiente, para que comunique su respuesta, y realice los actos administrativos correspondientes.
Conviene recordar que las quejas presentadas por el Fondo no han sido las únicas. En efecto, otra queja admitida a trámite ante el Defensor del Pueblo, por motivos distintos pero también relativos al uso público del Parque, por el entonces presidente y arrendatario del principal coto de caza mayor de la zona, no pudo tramitarse porque la Junta ni siquiera envió la información que le requirió oficialmente, en cuatro ocasiones e incluso con urgencia, el Defensor del Pueblo. A raíz de la situación creada por el Parque Natural, D. Santiago Segovia tuvo que dejar el coto, que estaba bien conservado y siempre había mantenido una relación excelente con los naturalistas (incluso con los opuestos a la caza). Posteriormente, en parte de dicho coto, situado en la zona de Reserva del Parque, se autorizó y celebró una montería de jabalíes coincidiendo con el sábado del último censo colectivo de otoño, con riesgo real para varios de los participantes, a pesar de que dicho censo ya tenía todos los permisos (incluido el de la Junta), y se viene realizando en las mismas fechas desde hace 26 años. El Fondo reitera su protesta ante este hecho grave y sin precedentes; ante el reiterado incumplimiento de la palabra verbal y escrita del actual director del Parque, cuya sustitución solicita de nuevo toda la Junta Directiva del Fondo (respaldada unánimemente por la Asamblea General); ante la falta absoluta de respeto hacia el medio que muestran distintas actuaciones de uso público realizadas o en proyecto (y la ausencia incluso de conocimientos elementales, como indica la senda inundada cuando el embalse se llena, ignorando las advertencias y denuncias previas de que dicha senda estaba por debajo del nivel máximo del agua); y ante el completo olvido (cuando no el desprecio) hacia el inmenso trabajo altruista realizado por más de mil personas (desde 1974, como bien recuerda el Procurador del Común en su informe). Este trabajo ni siquiera se menciona en el referido programa de uso público (incumpliendo así el acuerdo unánime adoptado en una reunión de participación pública convocada por la propia Junta), lo cual no impide que algunos de sus resultados sigan publicándose sin nombrar a los autores o atribuyéndolos a la Junta. Para paliar en parte este olvido injusto, hemos terminado un libro colectivo (“La leyenda de las cárcavas / Crónicas de naturalistas españoles en el Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega (Segovia)”), editado por Universa Terra, que recoge relatos bien variados de buenos conocedores de estos parajes; y cuya convocatoria ha tenido tanto éxito, que tenemos en proyecto un segundo libro con todos los escritos que no han tenido cabida en el actual.
Por último, y ante el reciente descenso de las poblaciones de buitres y alimoches y otras rapaces en el Parque Natural (al contrario de lo que está sucediendo en los alrededores de la zona protegida), a pesar de todo el dinero público teóricamente destinado a conservarlas, el Fondo lamenta que ninguna de sus propuestas, ni siquiera las más sencillas, haya sido aceptada por la actual dirección del Parque, durante los tres últimos años; y recuerda que la larga historia del Refugio ha sido una de las más hermosas e influyentes de la conservación en España.
Junta Directiva del Fondo para el Refugio de las Hoces del Riaza.
Nombre: Junta Directiva  (19/02/2009) E-mail: ffernan@mat.uned.es
 

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