EMISIONES CONTAMINANTES CON EFECTOS EN LA SALUD, Y EL MEDIO AMBIENTE...
La incineración de residuos libera al ambiente contaminantes sumamente tóxicos. Las emisiones se dan en forma gaseosa (a través de los gases de chimenea y de emisiones fugitivas), líquida (efluentes de los dispositivos de lavado de gases) y sólida (cenizas y filtros).
La basura forma parte de nuestro entorno de tal forma, que hasta nos hemos aconstumbrado a ver las carreteras y caminos repletos de desperdicios -formando a muchos ojos-, como parte integrante del paisaje.
Los altos niveles de basura que genera la población han llevado a un colapso de los sistemas tradicionales de disposición de residuos, como ser los rellenos sanitarios. Ante la falta de espacio para construir nuevos basureros y ante las deficiencias que han presentado muchos rellenos existentes, se promueve quemar la basura como la “solución” al problema.
Sin embargo, la incineración de residuos origina nuevos problemas ambientales y sanitarios, desincentiva la minimización de la generación de residuos, y es incompatible con programas de recuperación, reciclaje y compostaje que valoricen los materiales descartados por la población.
Gestión integral de residuos hospitalarios.
Residuos Hospitalarios: La incineración contamina el ambiente. ¿Hay alternativas mejores?
Negocio verde. La incineración de residuos comenzó en EE.UU. y Europa Occidental en las décadas del ‘50 y el ‘60. La difusión pública de las evidencias científicas vinculadas a los impactos reales y potenciales de esta tecnología despertó la oposición de ciudadanos y organizaciones que comenzaron a movilizarse para evitar su instalación.
Estas movilizaciones lograron detener una mayor expansión de este tipo de industrias en América del Norte y Europa. Frente a este obstáculo y favorecida por las normativas existentes, la industria de la incineración vio en América Latina, Europa del Este y Asia atractivos mercados para colocar su producto. La “solución” se vuelve un problema: emisiones y efectos en la salud y el ambiente. La incineración de residuos libera al ambiente contaminantes sumamente tóxicos. Las emisiones se dan en forma gaseosa (a través de los gases de chimenea y de emisiones fugitivas), líquida (efluentes de los dispositivos de lavado de gases) y sólida (cenizas y filtros). Las empresas de incineración aseguran un monitoreo continuo de los gases de las chimeneas pero en la práctica el mismo se reduce a unas pocas sustancias. En el caso de las dioxinas, si bien actualmente existen dispositivos para hacer monitoreo continuo, el proceso es tan costoso que solo se realiza en un ínfimo número de países desarrollados.
En algunos países se requiere tomar muestras esporádicas de las emisiones y someterlas a análisis altamente costosos para conocer su contenido de dioxinas, pero difícilmente éstas sean muestras representativas sobre el funcionamiento de los incineradores ya que se toman en condiciones de operación óptimas y con preaviso. Por otra parte, muchos países ni siquiera disponen de laboratorios a escala real para medir concentración de dioxinas.
Entre los contaminantes tóxicos emitidos por los incineradores se encuentran dioxinas y furanos, metales pesados tales como plomo, cadmio y mercurio, gases de efecto invernadero, gases ácidos y partículas ultra finas.
Dioxinas Dioxinas es el nombre que se da a un grupo de compuestos con estructura química similar. Son compuestos que se producen involuntariamente en los procesos de combustión que involucran el cloro. Este grupo abarca a las dibenzo-p-dioxinas policloradas, furanos, bifenilos policlorados (PCBs), y otros compuestos clorados.
Las dioxinas son Compuestos Orgánicos Persistentes (COPs). Son sustancias sumamente tóxicas aún en muy bajas concentraciones, persisten en el ambiente por períodos prolongados sin degradarse, se concentran en los tejidos grasos de los organismos vivos, se van acumulando a medida que asciende la cadena alimentaria (proceso llamado biomagnificación), y se transmiten de la madre al bebe durante la gestación o la lactancia. La Agencia de Protección del Ambiente de EE.UU. ha concluido que la fuente más importante de exposición a las dioxinas es la alimentación.
Por otra parte, estos compuestos pueden ser fácilmente transportados tanto por agua como por aire, desde la incineradora que le dio origen a puntos muy alejados.
Las dioxinas son causantes de una variedad de problemas en la salud, incluyendo malformaciones congénitas, desarrollo anormal del feto, alteraciones en el sistema inmunológico y en el sistema hormonal, desórdenes en el comportamiento, aumento en la incidencia de diabetes, retraso en el desarrollo, y cáncer. La más tóxica de las dioxinas (2,3,7,8-tetraclorodibenzo-p-dioxina) ha sido clasificada como “cancerígeno humano cierto” por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, dependiente de la Organización Mundial de la Salud.
Metales pesados Los metales pesados presentes en los materiales que ingresan al incinerador no se destruyen en el proceso de incineración, sino que son liberados íntegramente a través de sus efluentes. Entre los metales pesados emitidos al ambiente durante el proceso de incineración se encuentran el cadmio, plomo, mercurio, titanio, cromo, manganeso, hierro, bario, cobre, zinc, estroncio y estaño.
Los metales pesados generan una serie de daños a la salud de los seres vivos, incluyendo disfunciones neurológicas, alteraciones en el sistema inmunológico, malformaciones congénitas, problemas en los riñones y los pulmones.
Mercurio La incineración de residuos es una importante fuente de emisión de mercurio al ambiente. El mercurio es bioacumulativo, y produce daños en el organismo a dosis muy bajas. Ataca el sistema nervioso central, puede dañar los riñones y los pulmones, y puede atravesar la placenta y la barrera hematoencefálica.
Partículas ultra finas Entre las partículas que la incineración libera a la atmósfera se encuentran las partículas ultra finas, que por su ínfimo tamaño no son capturadas por los equipos de control de la contaminación. Son por ende liberadas a la atmósfera, donde pueden permanecer por períodos prolongados, e ingresan fácilmente al organismo ya que tampoco son filtradas por los mecanismos naturales del cuerpo.
Estas partículas transportan metales pesados, dioxinas y compuestos similares. Algunos metales pesados, al ser liberados en forma de partículas ultra finas, adquieren mayor potencial de daño ambiental y sanitario que el que tenían en la masa original de residuos.
Las partículas ultra finas han sido relacionadas con una variedad de problemas en la salud, incluyendo asma, problemas en el funcionamiento de los pulmones y problemas cardíacos.
Otros contaminantes La incineración de residuos también contribuye en las emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono.
También emite gases ácidos, como óxidos de azufre y dióxido de nitrógeno, entre otros. Estos gases son precursores de la lluvia ácida y tienen una variedad de efectos en la salud, provocando especialmente problemas respiratorios.
Además de las dioxinas y furanos, los incineradores emiten otros COPs tales como los bifenilos policlorados, bencenos clorados y naftalenos policlorados, y otros compuestos como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH) y compuestos orgánicos volátiles (VOC). Todas estas sustancias son altamente tóxicas, y causantes de una variedad de problemas a la salud.
Estos son sólo algunos de los compuestos que han sido identificados en las emisiones de los incineradores. Sin embargo, quedan muchos más por identificar, y por definir qué impactos tienen sobre el ambiente y la salud de la población.
Control de la contaminación: Misión imposible. Además de provocar la emisión al ambiente de compuestos peligrosos, la tecnología de la incineración no destruye jamás el 100% de los residuos. Parte de ellos son emitidos al ambiente intactos. Además, algunos de los residuos que ingresan a un incinerador son muy volátiles y se escapan a la atmósfera durante su almacenamiento, transporte y manejo rutinario.
El transporte de los residuos peligrosos desde las industrias a los incineradores incrementa las probabilidades de accidentes durante su traslado. Un accidente en un camión que transporta desechos peligrosos podría tener consecuencias sumamente graves.
Las empresas de incineración aseguran un monitoreo continuo de los gases de las chimeneas pero omiten decir que las dioxinas no pueden ser monitoreadas continuamente. Apenas se puede -y de manera esporádica- tomar muestras de las emisiones y someterlas a análisis altamente costosos para conocer su contenido de dioxinas. Por otra parte, muchos países ni siquiera disponen de laboratorios a escala real para medir concentración de dioxinas.
Aún así, tampoco se ejerce control sobre el destino de las contaminantes cenizas que se generan por la incineración de los residuos.
Plantas de “recuperación de energía”: maquillaje para la industria incineradora
Ante el desprestigio que sufre actualmente la industria incineradora, se ha tornado imperante para los promotores de la incineración buscar la manera de re-etiquetar a su tecnología de manera que se diferencie de las sucias plantas de quema masiva. * Las bolsas de plástico que nos dan en el supermercado son la amenaza para el Planeta...(No te pierdas esta presentación...) ¡Reutiliza las que tengas en casa! Usa las de papel o las de tela de forma habitual... No admitas más en tu vida cotidiana. La estrategia adoptada por la industria incineradora ha sido promover cada vez más las llamadas plantas de “recuperación de energía”, como un método de “valorización” de los residuos a través de la recuperación de la energía que se produce durante la combustión. Entre estas plantas de “recuperación de energía” se encuentran la gasificación, la pirólisis, el tratamiento por arco de plasma y las plantas de co-generación, entre otros.
Sin embargo, la premisa de que se “recupera” energía en estos sistemas de tratamiento es una falacia si se toma en consideración el ciclo de vida de los materiales. La energía que se recupera en este tipo de plantas es mucho menor a la que se necesita para producir los materiales que se destruyen. Al finalizar el proceso, los materiales tratados por estos procesos son inservibles, y se necesita extraer materiales vírgenes para reemplazar esos productos. La energía necesaria para producir esos productos con materiales vírgenes supera ampliamente a la energía que esas plantas recuperan.
El verdadero ahorro de energía se da cuando se aprovechan esos materiales a través de la reparación, la reutilización, el reciclaje, el compostaje, etc.
Por otra parte, las plantas de “recuperación de energía” emiten al ambiente los mismos contaminantes que la incineración, por lo que son también un problema para el ambiente y la salud de la población. Asociación ALIHUEN
Alihuen: Palabra de origen mapuche cuyo significado es "Arbol en pie". * Enlace a su Web... * Noalaincineracion.org...(Enlace...) comentarios@alihuen.org.ar Dir. Postal: H. Lagos nº 520, CP. 6300, Santa Rosa, Prov. de La PAMPA, Patagonia ARGENTINA Personería Jurídica de L.P. nº 1378
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por: Alfonso143 (06/11/2008)
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Asociación ALIHUEN.
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15/01/2010 * Ecologistas en Acción rechaza el nombramiento de Connie Hedegaard como nueva comisaria de Cambio Climático El Parlamento europeo y los líderes de los grupos políticos entrevistan esta semana a los nuevos comisarios propuestos, que son invitados por el comité correspondiente a explicar su idoneidad para el cargo. Para ocupar el puesto de comisaria de Cambio Climático ha sido llamada Connie Hedegaard, recomendada por el Gobierno de Dinamarca. Hedegaard es una firme defensora de la incineración, que promocionó cuando era ministra danesa de Cambio Climático y también como presidenta de la Conferencia que tuvo lugar en Copenhague el pasado mes de diciembre. Ecologistas en Acción considera inaceptable que la representante europea de Cambio Climático defienda la incineración porque "¿cómo luchar contra el cambio climático si se reduce el reciclaje en beneficio de la cultura de “usar y tirar“ que conlleva la incineración? Dinamarca, donde se quema el 55,6% de los residuos urbanos, es el país de la Unión Europea con mayor generación de residuos por habitante, 800 kg frente a los 550 kg de media". La organización ecologista considera que "es un despropósito apoyar la incineración en la UE cuando el 50% de los residuos reciclables europeos se está quemando o enterrando; en los países en desarrollo, las incineradoras proyectadas amenazan los empleos, las iniciativas de reciclaje y la salud. En muchos países, las incineradoras destruyen el modo de vida de las familias que se dedican a recoger, separar y reciclar los residuos de modo eficaz y fomentan el modo de vida de “usar y tirar“ en países que por ahora producen mucha menos basura que en nuestras sociedades industrializadas". Por otra parte, numerosos estudios demuestran que la incineración no reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y que en algunos casos las aumenta. "Recordamos que a pesar de la publicidad de los “pirómanos”, las incineradoras más eficientes apenas alcanzan un 35% de eficiencia, es falso que sea posible extraer un 98% de energía de la basura".
Nombre: Ecologistas en Acción (15/01/2010)
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* Residuos Patológicos: la incineración daña la salud. ¿Qué hacer con los resíduos hospitalarios? Nota enviada: al Sr. Intendente de Santa Rosa Francisco Torroba ante la intención de instalar en el municipio, un nuevo horno pirolítico para la incineración de residuos hospitalarios. La misiva fue enviada por la Dra. Silvia Ferrer, Coordinadora de Salud Ambiental del Ministerio de Salud del GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES www.alihuen.org.ar/coalicion-ciudadana-anti-incineracion/residuos-patologicos-la-incineracion-dana-la.html A la Att. MINISTERIO DE SALUD Buenos Aires, Septiembre de 2010 Sr. Intendente Municipal Dr. Francisco Torroba De mi mayor consideración: Me dirijo a Ud. luego de haber tomado conocimiento de la intención de instalar en el municipio que dirige, un horno pirolítico para la incineración de residuos hospitalarios, para manifestarle nuestra preocupación dado que en la actualidad no existen dudas respecto de lo nocivo para la salud humana y el ambiente de esta tecnología. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) ha sido pionera, seguida por Rosario, en sancionar una ley ( Ley 747/2002) que prohíbe la incineración de los residuos generados en hospitales públicos y privados, incluso les prohíbe a los hospitales del sistema público, la contratación de empresas que tratan estos residuos por incineración aunque estén radicadas en otras jurisdicciones. Actualmente y desde mucho antes que esta ley fuera sancionada, los 33 hospitales públicos y sus centros de salud dependientes del gobierno de la CABA, tratan sus residuos en empresas que emplean la esterilización por autoclave a vapor más trituración, pudiendo disponer esos residuos ya tratados como residuos asimilables a los domiciliarios en el relleno sanitario. Quedo a su disposición para cualquier consulta técnica, dado que he sido coordinadora del Programa de Gestión de Residuos de Establecimientos de Salud del Ministerio de Salud del GCBA de 1998 a 2006, y coordinadora de Salud Ambiental desde 2006 a la fecha, en el mismo ministerio. Esperando que revean esta decisión, lo saludo muy cordialmente. Dra. Silvia Ferrer - Coordinadora de Salud Ambiental Ministerio de Salud GCABA
(C)2001. Centro de Investigaciones y Promoción de Iniciativas para Conocer y Proteger la Naturaleza. Telfs. Información. 653 378 661 - 693 643 736 - correo@iberica2000.org