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En la vista panorámica de esta imagen de abajo, destaca de izquierda a derecha la siguiente fisonomía:
El alto de la Estibeta con su característica forma cónica y poblada de arbolado hasta sus 1.800 metros de altitud. y que queda a la izquierda de la fotografía. El Pico La Pala de 2.593 metros que presenta un característico circo colgado orientado al Este.

* Un recorrido emocionante por el Valle de Pineta, Gavarnie, Ordesa y Monte Perdido... (Presentación Power Point...)

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A continuación se suceden cimas y salientes rocosos de la vertiente norte del pico de Puntas Verdes de 2.489 metros y de la Sierra d´as Zucas (Las Tres Marías). Destacan en esta vista la Punta La Tuca, El Mallo Chico, Mallo Gran y el Tozal Mañanero. Al fondo del valle y cubierto por las neblinas se encuentran el Macizo de "Las Treserols" con el Circo de Pineta.
Borrosamente al fondo se divisa el Monte Perdido, que constituye la elevación calcárea más alta de Europa. Los bosques que vemos poblados preferentemente de pino silvestre, constituyen lo que se conoce como la Sierra de Espierba.

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* Espectacular panorámica circular de 360º, desde la cima del Monte Perdido... (Vídeo a descargar...)

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(Imágenes de Ibérica 2000 - Dic.2009 )
Partimos desde la misma presa, en el embalse de Pineta. Sobre la población de Bielsa.
Cruzando el río Cinca por el camino diseñado en el mismo muro de contención de aguas, buscamos la indicación del PR-HU 137.

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Duración: 4 horas sólo ida.
Recorrido total: 14 km. sólo ida.
Desnivel salvado en total: 350 metros.
El canal está excavado en su recorrido a unos 1.150 mts. de altitud.
Recomendación: No dejarse la cámara fotográfica.

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Desde este punto tenemos una extraordinaria vista panorámica del Valle de Pineta. Se trata de un excavado valle glaciar en forma de "U". La acción del antiguo glaciar ha modelado un valle con fondo relativamente ancho y plano, rodeado por unas laderas montañosas verticales en sus flancos. Un sencillo mirador en este otro lado del embalse, con una tabla de indicaciones de lo que tenemos frente al valle, nos muestra el labrado de los hielos que fueron arrastrados desde la Era Cuaternaria.

El paisaje del Valle de Bielsa en el Pirineo aragonés, está marcado por todo un entramado de canales, tuberías y torres que comunican todo un complejo sistema hidroeléctrico que consigue una producción anual de más de 400 millones de kWh, que parte desde las cabeceras de los valles en el Cinca y en el Cinqueta. Toda esta red que desemboca también en este embalse de Pineta donde se trasvasan aguas, converge en Lafortunada.

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Hay que tener en cuenta dejar un coche en Tella para el regreso.
28 km. (ida y vuelta) puede ser excesivo para un senderista poco acostumbrado.

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Esta senda conocida por “Camino del canal” cruza por los términos municipales de Bielsa y Tella-Sin, acompañando este canal del Cinca que esta excavado en la montaña y que en algunos tramos, se sumerge en ella.
Aparecen algunos tramos de diferentes canales abandonados.

La presa artificial de Pineta se construyó al principios del s.XX con el fin de recoger las aguas de los lagos próximos para llevarlas hasta la central eléctrica de Lafortunada.






Inicialmente la ubicación de la presa tenía que estar aguas abajo, pero se encontraron que las condiciones geológicas no eran la óptimas para su cimentación y se decidió construirla donde está. En este punto aguas más abajo de la presa, el valle quedaba cerrado de forma natural por la acumulación de los sedimentos glaciares que formaban un lago.

En las cercanías de la presa nos encontramos con la población de Ixabierre o Javierre.
En el s.XVI, con las minas de hierro en pleno funcionamiento este poblado llegó contar con casi 60 habitantes. En la actualidad apenas cuenta con 25 vecinos y se encuentra a unos 1.100 metros de altitud. Posee una iglesia que data del s.XI, la más antigua de valle. Es de estilo románico. La torre campanario es de dos cuerpos y de ventanales de arco de medio punto. Conserva un retablo del s.XV dedicado a la Virgen.

Son caminos mágicos diseñados por los dioses de la montaña, con un encanto especial que perforan el roquedo por estos grandes espacios, entre colosales cortados, a 1.000 de altitud, que los convierten en travesías tan atractivas como inolvidables para la retina. Fueron usados por los antepasados de estos lugares para moverse entre sus pueblos, para el propio mantenimiento del canal, y tenemos la responsabilidad de seguir conservándolos, usándolos con delicadeza, valorándolos para que otras generaciones contemplen esta Naturaleza de la que todos debemos hacernos dignos.







La presencia de algún túnel y tramos en el sendero excavados al aire libre, dan al ambiente de este paseo mayor interés, una espectacularidad colosal a cada paso; intriga y admiración paisajística al asomarse ante los cortados. Encontramos algún punto con sorpresa en que el duro clima ha provocado desprendimientos que se han llevado algunos metros del camino.

Estas laderas se ven actualmente moldeadas por la acción de los aludes de nieve, los fenómenos periglaciares (relacionados con el fenómeno hielo-deshielo) y los barrancos que bajan impetuosos hacia el valle. Son las aguas del Cinca, a las que se han unido las de Barrosa que vienen desde la frontera de Francia. El arbolado asciende por las laderas Norte, hasta aproximadamente los 2.000 metros de altitud, perdiendo su continuidad por la existencia de canales de aludes y afloramientos rocosos. Estamos sobre la carretera comarcal A-138 que sube desde Aínsa, en dirección a Bielsa.

La ruta se recorre por ambientes distintos, entre umbrias y solanas, donde al principio -en un ambiente húmedo y fresco- predomina el Pino albar o silvestris (tronco anaranjado a partir de media altura). Y en la última parte de la ruta ya abunda el robledal (Quercus fagínea) que hasta la primavera no cae la hoja que da el aspecto marrón al paisaje. Su fruto es la bellota.

Es una ruta GR de corto recorrido sobre cortados y entre-cortados con poco desnivel, que en ciertos tramos ha sido excavada a golpes de pico y masa. Pasos estrechos abalconados que se hacen muy difíciles en épocas de nieves-hielos, en los que hay que extremar la cautela; también por las fuertes corrientes de viento que se puedan formar por la climatología.

En otoño aparecen días semi-nubosos complicados para fotografiar, en los que tienes que aprovechar los escasos pasadizos de los rayos del Sol, que le dan la vuelta al día desde la lluvia; de grises y apagados colores, se convierten en lienzos amarillentos con sombras horneadas por las tonalidades de las hojas antes de caer. Son los contrastes con las nieves, las que nos dan esta perspectiva de espacio monumental.

Pasos colgados que se asoman al abismo, caídas libres a vista de pájaro que nos suspenden por encima de la vegetación. Roquedos a los que agarrarse, para con pasos firmes y bien certeros seguir un sendero sin tropiezos. Vistas panorámicas sobre las cimas del valle de Chistau.

Callejuelas zig-zagueantes que se desarrollan arropadas de boj, de abetos y de pinares silvestres.

El roble y las encinas hacen su aparición cuando cambia la orientación de la ladera. Cambian los colores... cambian las sensaciones.

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Entre luces y sombras nos acompañará el vuelo de buitres leonados con algún quebrantahuesos, que ascenderán suspendidos en círculos, buscando las térmicas calientes que se forman en determinadas laderas por el calor del Sol.

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Robles centenarios que resisten en unas laderas muy duras para pasar los inviernos; son héroes, supervivientes del tiempo que se mantienen majestuosos, inmóviles, repletos de verdes-musgos que les viste con sus mejores galas. Seres que se les ve bien frondosos, flamencos, orgullosos de estar donde están, arropados por amigos y familiares, que dan la bienvenida a cada uno que atraviese el sotobosque. Al fondo, asoma el Castillo Mayor nevado (2.040 mts), sobre la población de Escuaín y hacia allí nos dirigimos...

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La senda sube y baja en relación al curso del canal, entre hayedos y robledales, canchales, musgos y escaramujos (fruto del rosal silvestre).
Pasando por ruinas, que fueron antiguos barracones que alojaron a los que trabajaron en la construcción del canal.
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El trayecto que usamos por el canal cubierto, es un paseo cómodo sobre un lecho de hormigón y de hojas en otoño; aquí miles de viguetas fueron colocadas para evitar los desplomes en el interior de su cauce. Un amplio balcón se abre a los ojos.

Es tan sorprendente como admirable detenerse a valorar la magnitud y crudeza del trabajo que tuvieron que llevar a cabo las decenas de hombres que, allá por la década de 1910, forjaron sin maquinaria pesada esta sucesión de galerías y labraron de la misma forma la plataforma rocosa sobre la que se asentarían el canal y el camino que hemos recorrido.

Como memoria histórica recordaremos que este túnel fue utilizado por el ejército republicano como retirada improvisada durante la Guerra Civil española en una anégdota de la conocida "Bolsa de Bielsa". Hay que detenerse a pensar que el recorrido realizado se hizo con agua a la cintura por el interior del canal. En Lafortunada tenemos un museo que ha sido dedicado a "la difusión de la arqueología" de estos valles en la época de su diseño y construcción hidráulica.

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La Ruta es semi-larga, 4 horas hasta llegar a Tella, pero es relativamente cómoda y amena. A cada paso una ventana, a cada instante un panorama que vuela entre valles y que a veces, toca las nubes emborronándolo todo.

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Estupendas vistas se divisan hacia el valle de Chistau.

En este tramo por encima de la confluencia de los ríos Cinca y Cinqueta, tenemos espléndidas panorámicas de Salinas de Sin, Saravillo, Castillo Mayor, Punta Llerga, Peña Montañesa...






Aunque hoy, los glaciares que se conservan son de reducidas dimensiones, durante el Máximo Glaciar de los Pirineos (hace entre 45.000 y 50.000 años), los glaciares de este macizo esculpieron el magnífico conjunto del valle glaciar de Barrosa, formado por la unión de acumulaciones del Circo de Pineta y Monte Perdido, de La Larri y del de Chistau. La lengua de este colosal glaciar que se deslizaba dando la forma "en artesa" a este valle (de fondo plano y paredes escarpadas que llegan a los 700 metros), llegaba hasta el estrecho conocido como "Paso de Las Devotas". 40 km. de arrastre, de nieve transformada en duro hielo, con una potencia brutal que llegaba a arrastrar toneladas de grandes piedras, limando las paredes, dejando la huella imborrable en una actividad titánica.

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Miradas soleadas hacia el estrecho de "Las Devotas".

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Las sendas se cruzan. Podemos abandonar el canal para ascender por la senda que sube desde Salinas de Sin por el GR-19 hacia el Cuello de Tella a 1.300 mts. de altitud. Por la que podemos enlazar y continuar hacia el Portillo (2.062 mts), de regreso de nuevo al Valle de Pineta.

Si seguimos el canal, nos llevará igualmente a la zona del Dolmen pero rodeando la loma del Zercuso, siguiendo las indicaciones del PR-HU 137. Atravesaremos dos túneles y numerosas gleras en un discurrir completamente aéreo, hasta enlazar con una pista que nos conduce, por las bordas de Plan d´Ugal hasta la carretera de acceso a Tella, junto al enigmático dolmen. En poco más de diez minutos, alcanzaremos el casco urbano de la sencilla población de Tella.




El Dolmen de Tella.

Desde el Atlántico al Mediterráneo aquellos antiguos pobladores de la Cordillera pirenaica, dejaron unas construcciones de grandes losas, a las que buscamos una explicación que nos revelé detalles de aquellas costumbres y creencias.

El de Tella está enclavado antes de llegar a la población, en las proximidades de "la Peña Basar" de ahí el nombre que ha recibido de "Piedra Vasar". Y también con el nombre de "Losa Campa" por hallarse entre unos campos cultivados.

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El dolmen está situado en un punto que domina un amplio territorio frente al Castillo Mayor, por lo que se calcula que el dolmen a parte de su uso sepulcral, pudiese marcar un punto de reuniones, posiblemente que pudiera marcar un camino o un lugar de uso para la observación del firmamento...






2.500 años antes de Cristo, estos pueblos del Pirineo ya enterraban a sus muertos de manera colectiva, en construcciones de grandes losas y cúmulos de Piedra del Valsar o Losa de la Campa, en referencia a su ubicación.

En este dolmen se hallaron numerosos restos óseos, entre ellos un cráneo incompleto, algunos dientes, una espátula y un punzón de hueso que formarían parte del ajuar con que los vivos proveían a sus muertos para la vida después de la muerte, todo ello clasificado en lo que se ha denominado Neolítico pirenaico. Restos a los que se les calcula una antigüedad de unos 4.000 años.

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El municipio de Tella al caer la noche.
Es entonces cuando la bajada de las temperaturas se hace muy patente.

Un museo junto a la iglesia nos explicará los detalles del dolmen, de la antigua presencia de osos en las cuevas del entorno; así como de las costumbres que se cuentan de brujas y embrujos. Dichos, correveidiles y leyendas para conocer mejor la tierra que estamos pisando.

* Otra ruta alternativa indicada como GR-19.1 a Tella es por el Portillo, que cobra otro aliciente por las magníficas vistas que ofrece sobre el Valle de Pineta, y de la vertiente de Tella.
Desde el embalse hasta el refugio de Montinier 2 horas y media.
Y desde el refugio hasta el paso del Portillo 2 horas más.
Posteriormente, 1 hora hasta Tella.
Desde este paso a 2.000 metros de altitud, podremos disfrutar de vistas sobre gran parte del Valle del Cinca, la cumbre de las Tres Marías, vistas sobre el Cañón de Añisclo, Rebilla, Peña Montañesa, Castillo Mayor, incluso sobre el pantano de Mediano. Todo el trazado está señalizado.

Artículos y reportajes relacionados, desde Ibérica 2000:

* Desde el Valle de Pineta... (Enlaces...)
* Refugio de Pineta
* Monte Perdido. Sus historias nos envuelven...
* Parque Nacional de Ordesa: Clima y paisaje...
* Ainsa, a las puertas de Ordesa...

* Al Cañón de Añisclo
* Por los entornos del Valle de Bujaruelo...
* Flora del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
* Ordesa: lo que no te podías ni imaginar. (Huesca)
* Ordesa: una durísima vida en las alturas.
* La Mariposa Maculinea arion, en Ordesa...
* El Refugio de Tucarroya. (Francia-España) (Frente al Perdido, y sobre el lago Marmorés...)
* Aludes y nieve: prevención y seguridad en la alta montaña. (Imprescindible extremar la prudencia...)
* Cascadas de hielo en la frontera.
* Por los entornos del río Cinca, en Pineta.
* La ruta de las Tres Ermitas de Tella. (Puértolas-Huesca)

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* Sencilla descripción de esta ruta en bicicleta (BTT), desde el refugio de Pineta... (Enlace...)
* Detalles del GR-19 que llega por el Valle de Chistau procedente del refugio de Viadós, y que por Salinas de Sin asciende por nuestra ruta para llegar al embalse de Pineta o a Bielsa, y de allí al Portillo hacia Tella... (Enlace...)
* Itinerarios geológicos en BTT por el Geoparque... (Enlace...)

Siempre es esencial llevar un mapa:
La Editorial Alpina, de esta zona, tiene publicados a escala 1:40.000 y 1:60.000.

Libros relacionados, que desde Ibérica 2000 os aconsejamos:

* Rutas en BTT por el Pirineo aragonés.
Entorno del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Editorial Alpina. Edición marzo 2009.
De Ángel Chéliz Pérez y Oriol Morgades Morer.
info@editorialalpina.es
Adjunta mapa tradicional, mapa digital y tracks GPS.

* Guía de la Escalada en hielo en los valles de Bielsa.
Bielsa y el Valle de Pineta se ha convertido en los últimos años en un referente en cuanto a rutas de escalada en hielo. Este libro os presenta 120 rutas descritas al detalle, con fotografías, esquemas, etc.
Del desaparecido Iñaki Cabo Juárez, magnífico escalador y una gran persona apasionada con la montaña.
Editado y distribuido por el propio Ayuntamiento de Bielsa. (Huesca) 2005.
Disponible en la biblioteca municipal. Telf. 974 50 10 00.
secretaria@bielsa.com

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