ENERGÍA EÓLICA. LOS EFECTOS NEGATIVOS DE LAS CENTRALES EÓLICAS.
Comunidad Valenciana. España.
Incendios, erosión del suelo, desertificación, contaminación de las aguas, masacre de aves protegidas, fragmentación del hábitat, reducción de los parajes silvestres, impacto paisajístico, destrucción de los recursos turísticos y de desarrollo sostenible, minusvalía inmobiliaria, ruido, estrés, salud, calidad de vida, incremento del coste de la luz, y un sin fin de efectos secundarios.
El plan eólico valenciano fue aprobado el 26 de Julio de 2001. Permite la implantación de 2700 aerogeneradores* en las zonas de montañas de las tres provincias de esta comunidad costera mediterránea.
*generador de electricidad utilizando la fuerza del viento, con 3 aspas de hasta 30 metros de largo, montado sobre una torre de acero, cuyo conjunto puede alcanzar los 100 metros de alto. Otro nombre: turbina eólica, o en este artículo: "turbina".
(imagen omitida)
Foto: fijarse en el tamaño del hombre al pie de la turbina.
Cortesía de The Country Guardian
Tras dos años de negociaciones entre políticos y hombres de negocio, el pastel eólico* ha sido distribuido entre las empresas. Pronto los proyectos eólicos comenzarán de destruir el último recurso turístico de esta región: su bonito paisaje del interior.
* la electricidad producida por las turbinas tiene un costo de aprox. 3 veces él de la energía convencional. Así que, para que funcione, necesita beneficiarse de subvenciones, de precios de venta garantizados por ley, de ventajas fiscales para los empresarios, etc.
Y en efecto, resultan ser tan abultadas estas incentivas que las empresas se apresuran para desarrollar un gran número de proyectos eólicos mientras pueden - sin reparar en los impactos medioambientales ni en los efectos secundarios que pudieran devenir de todo esto.
Ahora nos entusiasma recorrer estos bonitos parajes, oler el azahar, maravillarse entre los olivos y las viñas que llenan los valles con su incomparable encanto mediterráneo: pero después de la ubicación de las centrales eólicas, ya no volverá a ser igual, nunca más.
Las consecuencias para nuestras regiones son que mañana veremos otros paisajes: olivos y almendros entre pilares de tendidos eléctricos, y floración de cerezos sobre tela de fondo de centrales eólicas.
Se abrirá canteras de áridos en las faldas de las montañas, y se verterá un millón de toneladas de hormigón* sobre sus crestas y vertientes, para anclar las titánicas turbinas. Estas serán visibles desde muchos kilómetros, estropeando los horizontes por hacia donde la vista alcance.
* 500 toneladas de hormigón x pie de turbina x 2.700 turbinas en la Comunidad Valenciana = 1.350.000 toneladas de hormigón indestructible, anclado para siempre en zonas silvestres de gran valor ecologico y recreativo.
1) EFECTOS SOBRE LA LAS PERSONAS.
Cazadores, pescadores, senderistas, apasionados del deporte de montaña, voladores de ala-delta, observadores de aves, entusiastas por las plantas, amantes de la naturaleza, turistas, paseantes del domingo, jubilados en busca de paz, todos lamentaremos la pérdida del último paraíso valenciano: él del interior.
Las aldeas afectadas habrán hipotecado de por vida su futuro de desarrollo sostenible basado en turismo rural, rutas ecoturísticas, restauración, deportes de montaña, residencias secundarias o de jubilados, actividades de la tercera edad, convenciones, relocalizaciones de actividades*.
*artistas, y personas que trabajan con Internet, a veces buscan parajes tranquilos y silvestres para desarrollar sus actividades con serenidad.
Habrá cada vez más demanda por este tipo de estilo de vida al aire libre – Solo hay de mirar a países como los Estados Unidos para entender este fenómeno social.
Con 2.700 turbinas colocadas en las faldas y crestas de las montañas, los paisajes serenos serán difíciles de encontrar. Ver: MAPA (http://www.iberica2000.org/documents/EOLICA/castellano/ZonasEolicasComunidadValenciana.pdf)
La calidad de vida de los Valencianos se resentirá, ya que buena parte del placer que proporciona un paseo dominical por zonas rurales, o un fin de semana en las montañas, proviene de la belleza natural del paisaje, donde la vista se relaja y se recrea.
Peor será para los vecinos ubicados en las cercanías de estas centrales. ¡Ojalá me equivoque! pero los ejemplos ya se están sucediendo en otros países, y los testimonios nos llegan por parte de aquellos desafortunados vecinos.
Para empezar, muchos de ellos tienen que conformarse con una vista hacia un paisaje industrial, donde antes tenían una montaña, un bosque, un campo, un horizonte limpio. Y aún cuando no están mirando por la ventana, el ruido les recuerda su miseria.
Las molestias causadas por el ruido han sido objeto de mucha controversia en aquellos países extranjeros donde los ciudadanos tienen una larga tradición de resistencia a los abusos del poder. Ver: Noise and Windfarms (http://www.iberica2000.org/documents/EOLICA/noise)
Otros inconvenientes son las sombras proyectadas por las aspas cuando el sol está por detrás. Se proyectan con regularidad sobre los jardines y las ventanas, parpadeando de tal modo que la gente denominó este fenómeno: “efecto discoteca”. Esto, unido al ruido, puede llevar a la gente hasta un alto nivel de estrés, con efectos de consideración para la salud.
Ver: cartas escritas por una señora de Suecia (http://www.iberica2000.org/documents/EOLICA/noise/letter_Lotta_Nilsson.doc) - cortesia de The Country Guardian: www.countryguardian.net/lotta.htm
Todo un infierno, pues, para los vecinos, con imposibilidad de mudarse en la mayoría de los casos por el hecho de una pérdida económica importante; porque resulta difícil encontrar compradores para casas ubicadas en zonas con molestias.
La valoración inmobiliaria será menor en toda las regiones afectadas por las centrales eólicas, desde las casas cercanas con afección acústica hasta aquellas cuyas vistas habrán empeorado. Pero además habrá de contar con el menor valor de todos aquellos solares que se quedarán con vistas a un paisaje indusrial, en vez de campestre.
2) EFECTOS SOBRE EL MEDIO AMBIENTE.
a) Matanza de aves y murciélagos.
Una vez puestas en marcha las aspas, que se mueven hasta 292 Km/h en sus puntas*, la destrucción de águilas, halcones, pájaros y murciélagos será imparable.
La página web de una companía manufacturera de turbinas nos da la información que nos permite calcular la velocidad de las aspas: General Electric (http://www.iberica2000.org/documents/EOLICA/GE_turbine_specifications.pdf)
(penúltima página del documento donde se dan las especificaciones)
Aquí se calcula:
modelo 1.5 S - diámetro: 70.5 m - velocidad de rotación: 11-22 rpm
velocidad de la punta del aspa a 11 rpm: 70.5m x 3.14 =221.37m x 11rpm = 2.435m x 60min. = 146kmh
velocidad de la punta del aspa a 22 rpm: 70.5m x 3.14 =221.37m x 22 rpm = 4.870m x 60min. = 292kmh
A nosotros humanos se nos parece que las aspas se mueven lentamente - así que las aves también tienen esta impresión, y van tomando confianza. Pero es un efecto visual engañoso: en su parte cerca del centro las aspas se mueven sin prisa, pero en sus puntas la velocidad es tremenda.
Por este efecto de engaño, las centrales eólicas en España y otros países del mundo ya se han cobrado las vidas de unos millones de aves, incluyendo un millar de águilas, varios millares de buitres, y unas 10,000 otras rapaces protegidas, sin hablar de los cisnes, gansos, cigüeñas, etc., hasta especies de murciélagos amenazadas de extinción.
* ver artículo en Ibérica 2000: Eólica - Genocidio de aves en los parques eólicos.
b) Erosión del suelo.
Con el tiempo la lluvia se lleva la tierra, puesto que esta suele quedarse con escasa protección vegetal en los parajes de las turbinas.
Un informe de la asociación de ecologistas AGADEN, de Cádiz, España, deja constancia de una fuerte erosión en las centrales eólicas de Tarifa (se reproducen abajo los relevantes párrafos).
c) Efectos sobre la fauna terrestre.
Las centrales eólicas ocupan grandes franjas de terreno extendiéndose sobre muchos kilómetros.
Se trata a menudo de sitios estratégicos en las crestas de las montañas, dividiendo el territorio entre cuencas y valles. El efecto es una fragmentación del territorio para la fauna, y en consecuencia un empobrecimiento de sus poblaciones.
De la misma forma el uso a fines industriales de estos espacios naturales empobrece la cobertura vegetal del territorio, acelerando la desertificación de la región. En su turno la desertificación produce un cambio climático y una escasez de agua cada vez más aguda.
Finalmente, las rutas y caminos de acceso a las centrales eólicas permiten al público adentrarse en zonas previamente inaccesibles en coche. Esto acelera el deterioro medio-ambiental por los efectos de los incendios forestales, de la sobre-explotación de recursos naturales, etc.
d) Efectos sobre los recursos acuíferos.
Contaminación del agua de lluvia y de capas freáticas por "derramamientos accidentales" de líquidos de lubricación y de limpieza de maquinaría. - El mismo Plan Eólico desvela este riesgo, del cual pocos hubiéramos sospechado.
De hecho, cada turbina almacena hasta 400 litros de lubricante en su interior.
(imagen omitida)
Foto: derrame de aceite a lo largo de una torre, fotografiado por los equipos de Ibérica 2000 durante nuestro viaje de investigación a la Comunidad de Navarra, España.
e) Incendios.
Otro peligro es el fuego, que costó ya a los Valencianos miles de millones en los últimos 30 años.
Este también es un factor de desertificación por destruir la cubierta vegetal, y por consequencia la capacidad de retención de la humedad del aire y de las aguas pluviales. Nos lleva a la escasez de agua y al cambio climático.
Se sabe que las turbinas a veces ocasionan accidentes y prenden fuego. En muchos casos se trata de un cortocircuito en el generador; en otros la causa es un relámpago, atraído por la alta masa de acero. La reserva de lubricante se convierte entonces en alimento para el fuego, y se proyectan gotas encendidas por el giro de las palas. En ocasiones se desprenden pedazos, o se cae la turbina entera.
Ver: fotos de turbinas en llamas - album de fotos "TURBINES ON FIRES - INCENDIOS" a la derecha, bajando un poco.
Un artículo en el Tri Valley Herald de California relata que los aerogeneradores de Altamont Pass causaron 36 incendios en un solo año.
(imagen omitida)
Foto y artículo: el 90% de los 40 incendios anuales en la zona son causados por aerogeneradores. Cortesía de Darryl Mueller
3) BENEFICIOS.
Hemos visto diversos efectos negativos de las centrales eólicas. Vemos ahora los beneficios que justifican tales perjuicios:
O sea: ¿qué podemos esperar de bueno en la Comunidad Valenciana de parte de 2,700 gigantescos molinos de hierro y plástico, y de centenares de kilómetros de nuevos tendidos eléctricos relacionados con ellos? (La electricidad generada tiene que ser conducida hacia la red nacional, y los cables de alta tensión no se pueden enterrar debido a los costos elevados que supondrían.)
La respuesta a la pregunta es: nada.
Así lo dicen un centenar de científicos alemanes que firmaron el Manifiesto de Darmstadt
También lo dicen los que firmaron la Declaración de Leipzig y un sin número de científicos e ingenieros del mundo entero.
Los que pretenden lo contrario son aquellos científicos que dependen del gobierno, de empresas con intereses en la eólica, o de organizaciones que reciben subvenciones.
Pero dejemos que hablen los hechos:
La "capacidad instalada" total autorizada por el Plan Eólico Valenciano, en su artículo 29, es de 1.695 MW.
Un facil cálculo nos da la cantidad de electricidad por generar:
1.695 MW x 20% = 339 MW.
Me explico:
Las turbinas producirán 1.695 MW cuando el viento es óptimo. Pero, a lo largo del año, se puede esperar un rendimiento promedio del 20%.
En países de mucho viento como son Dinamarca o el Reino Unido, el "factor de carga" promedio suele variar entre el 20% y el 28% - o sea, que un 20% para la Comunidad Valenciana es optimista.
Para comprobarlo, visitaremos en Internet la página web del operador de la red eléctrica española
donde se puede ver, en tiempo real, cuánta electricidad se produce con el viento en España, comparándola con la capacidad instalada y el consumo nacional:
1) Pinchar: "operación del sistema eléctrico"
2) Pinchar: " ACTUALIDAD" "seguimiento en tiempo real de la demanda de la electricidad"
3) Pinchar el gráfico: - Ahora usted ve el consumo de electricidad en tiempo real.
4) Volver a la ventana anterior.
5) Pinchar el cuadro: "Vea también..." "producción eólica en tiempo real".
6) Pinchar el gráfico: la línea roja es la capacidad instalada (máxima telemedida), la línea amarilla es la generación real sobre las últimas 30 horas”.
Esta variación de cada momento, que no sigue la curva de la demanda sino la del viento, explica la necesidad de mantener en funcionamiento generadores convencionales para "respaldar", o más bien “amortiguar” los altibajos de la eólica, adaptando constantemente la producción al consumo. Sino tendríamos apagones.
O sea que, al entrar en producción los aerogeneradores, no se puede apagar ni una central convencional (inclusive nuclear). Ellas tienen que mantenerse funcionando en reserva activa, quedándose sincronizadas a la red y listas para producir electricidad en los bajos de la curva de la producción eólica (ver gráfico de www.ree.es arriba).
Así se gasta combustible y se producen gases invernaderos, nada más para permitir que sea utilizable la errática energía eólica en una red eléctrica donde se necesita estabilidad de voltaje y de frecuencia.
Ahora pongamos estos 339 MW de generación media en perspectiva:
La central eléctrica de carbón más grande del Reino Unido se llama Drax, con "capacidad instalada" de 3.870 MW. Produce energía cuando se la pide, sin tener que esperar a que sople el viento. Por eso su producción anual promedia es del 85 - 90%, parándose sólo para tareas de mantenimiento.
Así que Drax produce en efecto 3.870 MW x 0.85 = 3290 MW.
Lo que el Gobierno de Valencia está haciendo con sus 2.700 turbinas eólicas, que serán esparcidas por el territorio en grupos de 30 a 200, y visibles desde más de 10 kilómetros, es arruinar el pintoresco interior de la Comunidad Valenciana para producir no más de 339 MW, una diminuta fracción de los 3.290 MW que produce una sola planta convencional.
Drax es muy grande, y es "sucia". Pero una pequeña planta de gas CCGT * también produciría más de 339 MW.
(*turbinas de gas de ciclo combinado, muy eficiente y bastante "limpias" en cuanto a contaminación).
Algunos dirán: "por lo menos estos 339 MW serán totalmente limpios, y ayudarán a retrasar el cambio climático".
Pero ni siquiera esto es verdad, y aquí está el porqué:
"Real power planning problems emerge because of the intermittent nature of wind energy, the most obvious being the need for back-up power and spinning reserves."
Traducción:"problemas reales de planeamiento de la producción energética emergen debido a la naturaleza intermitente de la energía del viento, los más obvios siendo la necesidad de respaldo y de reserva activa".
Así lo dice Glenn Schleede, un especialista energético de EEUU, y sigue con esto:
"Reliable generating units that serve in a backup role for the unreliable electricity output from wind turbines must be running at less than full capacity and efficiency or running in a spinning reserve mode. While operating in these modes, fossil-fuelled units are producing emissions. Therefore, the contribution of wind turbines to emission reduction will be tiny, at best, and perhaps non-existent."
Traducción: "Las unidades de generación fiable que respaldan las turbinas eólicas deben funcionar en modo de producción y de rendimiento reducidos, o en reserva activa. Mientras funcionan en estos modos, estas unidades de combustible fósil están produciendo emisiones. Por lo tanto, la contribución de los aerogeneradores a la reducción de emisiones será minúscula en el mejor de los casos, y quizás inexistente."
Me explico: la red eléctrica necesita estabilidad de voltaje y frecuencia. Pero el viento sí que varia, dando altibajos que a menudo van en sentido contrario a las variaciones de la demanda de los consumidores, y eso de manera imprevisible. Así que las plantas convencionales tienen que seguir funcionando, pero en modo de bajo rendimiento de manera que puedan subir su producción en cualquier momento - sino habría apagones cuando el viento afloja.Y así se emiten gases a la atmósfera para nada. De modo que, al fin y al cabo, no se ahorra CO2 ni gases contaminantes con los molinos. Ni siquiera bajarán las importaciones de petróleo.
Y dice Alwyn Davies, que se dedica en estudiar el recalentamiento global:
" ...no matter how many turbines are erected, not one conventional power station will close as a result, since they must be kept running wastefully on spinning reserve to back up the turbines if the wind blows at the wrong speed or not at all. There will be no saving in CO2 emissions; the stations will still be running."
Traducción: ”No importa cuantas turbinas se erijan, ni una central eléctrica convencional se podrá cerrar, puesto que deben ser mantenidas en reserva activa, derrochando energía mientras respaldan los aerogeneradores en caso de que la velocidad del viento sea inadecuada o inexistente. No habrá ahorro en emisiones de CO2; las centrales seguirán funcionando".
Resulta de todo esto, que se necesitará construir más plantas convencionales, COMO SI LAS PLANTAS EÓLICAS NO EXISTIESEN, porque serán necesarias más centrales fiables, que producen cuando se las necesita en momentos de demanda, para hacer frente al crecimiento del consumo. Si no, tendremos apagones los días sin viento.
Así que tenemos otro costo muy importante que se añadirá a los caros subsidios de hoy: él de la duplicación de las unidades de producción eléctrica. Este despilfarro, poco conocido por el público, hará que suban nuestras facturas de la luz.
De hecho, en Dinamarca, el precio de la electricidad para los hogares es el doble que en España.
Este país pionero de la energía eólica, citado como ejemplo por los promotores de esta industria, produce tan sólo el 15% de su electricidad con el viento. Sin embargo, ha cancelado ya nuevos proyectos: porque a pesar del enorme costo público para subvencionar la eólica, Dinamarca no ha conseguido reducir sus emisiones de CO2.
Así pues, aquí estamos: desertificando el país, machacando el paisaje, lastimando el turismo rural, matando las aves*, volviendo los cercanos vecinos locos**, degradando la calidad de vida de todos los Valencianos, para producir una mínima cantidad de electricidad que una sola planta moderna podría generar sin tantos subsidios y costos escondidos.
* Aves y Eolica - Análisis crítica de 4 informes sobre mortandad de aves en parques eólicos.
** cartas de una Señora Sueca
Peor aún: necesitaremos construir esta planta convencional de todos modos, para evitar apagones cuando no hay viento, y para compensar en cada momento los altibajos intempestivos de la producción eólica.
Operando juntos, no habrá ahorro significante de gases invernaderos.
¿De que se trata entonces?¿La construcción de centrales eólicas con dinero público será una estafa?
Al principio, no lo era. La gente no se daba cuenta de que la energía producida por el viento fracasaría a la hora de ahorrar gases invernaderos. La necesidad de respaldarla y de amortiguar los altibajos en la producción se descubríó tarde, ya que los ingenieros son como todo el mundo: dicen lo que es politicamente correcto, para no perder su empleo. Y hoy en día, todavía está mal considerado criticar la energía eólica.
Ahora lo dificil para muchas organizaciones ecologistas es admitir que se han equivocado, porque esto les restaría credibilidad. Así que no lo hacen. Pero en cambio están cambiando de enfoque en sus campañas de promoción de las energías renovables: ahora la solar tiene algo más de protagonismo - y esto está bien.
Sin embargo, el hecho que no se se atreven romper con la eólica tendrá dos tipos de consecuencias:
1) Se continuará la destrucción de la naturaleza y de la calidad de vida de la gente, ya que en España se plantea poner 25.000 turbinas, y en el mundo 1 millón.
2) La pérdida de credibilidad de las organizaciones ecologistas será mucho más grande en el futuro, cuando la gente realizará el daño irreversible que se habrá causado al medio ambiente y a la calidad de vida, nada más por su falta de valor a la hora de admitir sus errores.
CONCLUSIÓN.
Estamos a punto de perder muchos hermosos paisajes de valles y montañas donde planean las águilas, pintorescas aldeas de nostálgicos tiempos, huertas y viñedos, olivos, almendros y cerezos de tan bella floración.
Por si fuera poco, estas montañas albergan a un animal magnífico, una especie emblemática de gran valor y en peligro de la extinción: el águila perdicera. Según los datos de matanza de aves que nos provienen de varios países del mundo, tendrán pocas posibilidades de sobrevivir en un infierno aereo batido por 2700 x 3 = 8100 aspas gigantes moviéndose a 292 Km/h - En cuanto a compensar sus muertes por el establecimiento de criaderos, no resultará: el águila perdicera no se reproduce en cautiverio.
Envié una queja al gobierno Valenciano, ya que se trata de un ave protegida por la ley. - No he tenido ninguna respuesta.
Envié otra denuncia al departamento de biodiversidad de la Comisión Europea, hace 2 años ya: no he tenido respuesta sino: "la miraremos".
He hablado con el alto mando de la Sociedad Española de Ornitología (SEO), pero él sigue afirmando que el recalentamiento global mataría más aves aún.- Es un razonamiento equivocado en tres aspectos:
1) Las turbinas eólicas no ahorran gases invernaderos como se pretende, o sea que quedarán sin efecto sobre el cambio climático.
2) En cualquier caso, las aves experimentaron grandes cambios climáticos en el pasado - inclusive temperaturas y concentraciones de CO2 bastante más altas que hoy. ¿Qué pasó? - pues se adaptaron, como todos los animales, y sobrevivieron muy bien.
3) Matar las aves hoy por temor a que (quizás) mueran mañana es absurdo.
O sea que los argumentos de la directiva de la SEO se han quedado sin fundamento. Por medio de este documento ruego al Señor Alejandro Sanchez, su Director General, que reconsidere su política inacertada, y nos ayude salvar a España de un desastre ecológico y social más grande aún que los del Prestige y del trasvase del Ebro combinados.
Firmado: Mark Duchamp
save-the-eagles@madrid.com
Ver también: Energía eólica - enlaces a los artículos de Mark Duchamp
(Una serie de artículos que desvelan la otra cara de la eólica).
Documento adjunto sobre la erosión en las centrales eólicas de Tarifa:
INFORME DE LOS IMPACTOS AMBIENTALES DE LAS CENTRALES ELÉCTRICAS EÓLICA EN EL TÉRMINO MUNICIPAL DE TARIFA (CÁDIZ).
Elaborado por: Comisión de Energía de AGADEN.
Septiembre de 1.999
I. ……………………….
II. ………………………
III. 2.- Impacto de la Infraestructura Civil.
La influencia de las infraestructuras civiles acometidas para la construcción de las centrales eléctricas eólicas, recae fundamentalmente en tres de los componentes del medio físico, observándose los siguientes efectos:
1. Transformación del relieve.
2. Alteración y pérdida de suelos.
3. Perdida y transformación de la vegetación.
III. 2.1 Transformación del relieve.
La ubicación de las máquinas obliga a nivelar la superficie del terreno que la cimentación de la torre del aerogenerador ocupa.
Esto genera en algunos casos excavaciones en el terreno de hasta 6 metros de profundidad.
Al igual, para la realización de las pistas y accesos a las ubicaciones de los aerogeneradores, se realizan tanto excavaciones como rellenos con materiales para amortiguar la topografía por donde discurren las pistas.
Recalcar que en la realización de los muros de contención para evitar los desprendimientos de tierra, se han venido utilizando piedras pertenecientes a la litología de la zona, destruyendo la roca arenisca, propia del relieve de este tipo de sierras.
III. 2.2 Alteración y pérdida de suelo.
Este fenómeno de degradación de uno de los elementos de mayor importancia del medio físico se observa con gran facilidad en las cunetas de las pistas.
Estas se encuentran, en algunos tramos, totalmente colmatadas de las tierras recibidas de los desprendimientos que la lluvia y el viento provocan en los taludes laterales realizados para la construcción de las pistas.
Especialmente interesantes son los corrimientos de tierras que en época de lluvias se producen tanto a un lado como a otro de las pistas, provocando en ocasiones el corte por acumulación y, en otros casos, aludes de tierras desde el lado inferior de las pistas, que arrasan incluso parte de éstas, haciendo imposible el tránsito por ellas.
Estas circunstancias hacen que se repitan nuevamente las actividades de reacondicionamiento de las pistas, volviendo a incidir negativamente sobre el medio físico con las consiguientes extracciones, colmataciones, etc.
Los materiales utilizados en la construcción de las pistas son arrastrados por las lluvias, mezclándose con los suelos que rodean a los parques, llegando en algunos casos a las redes de drenaje.
Teniendo en cuenta que, por ejemplo, la pista de acceso a PESUR se repara anualmente, podemos hablar de grandes aportes (Tm) de materiales extraños a la composición físico-química de los suelos y a los arroyos de la zona.
En ocasiones, los tendidos subterráneos, al igual que las pistas, discurren por laderas de fuerte pendiente que, al no haber sido regenerada la vegetación que las cubría, han ido perdiendo sus suelos hasta dejar al descubierto las líneas de cables subterráneas.
III. 3.3 Pérdida y transformación de la vegetación.
Los suelos afectados por los trazados de los tendidos subterráneos, los taludes de las pistas, los corrimientos de tierra y el esparcimiento de la tierra sobrante generada por las obras, registran una total pérdida de la vegetación autóctona.
Esta situación es consecuencia de que, en la mayoría de los casos no han sido tratados, o bien, de que cuando se ha realizado algún tipo de medida correctora, ésta no ha sido suficiente para solucionar un daño, en muchos casos, irreversible.
En todas las centrales estudiadas existen problemas con la perdida de vegetación, situación que vive el Parque Natural de Los Alcornocales por la regresión de sus bosques.
La nueva ocupación industrial de los terrenos con carácter forestal esta siendo una nueva presión sobre una zona protegida en regresión. Esta presión no posibilita la recuperación del bosque, más aún en zonas machacadas por la acción de los fuegos.
En la construcción de la central KW Tarifa solo separaron el último fuego de la zona del inicio de la construcción de la central 24 días (Agosto de 1.994).
Autores de este informe de Cádiz: Comisión de Energía de la asociación ecologista de Cádiz AGADEN, compuesta por:
Martín Caballero Pelayo, Carlos Uriarte Amarica y Antonio Vegara Jiménez. Colaborador: Juan Carlos Castro> AGADEN (http://www.iberica2000.org/documents/EOLICA/AgadenTarifaReport_1999.doc)
Autor del artículo principal publicado más arriba (Energía eólica. Los efectos negativos de las centrales eólicas): Mark Duchamp
>> Autor: Mark Duchamp (27/01/2004)
>> Fuente: Mark Duchamp
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