Curriculum:
Pedro Arrojo Agudo es doctor, y profesor del Departamento de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza. Es Premio Goldman de Medio Ambiente-2003 para Europa y miembro del Comité MAB (Hombre y Biosfera) de la UNESCO. Ha asesorado a la Comisión Europea en materia de planificación hidrológica y coordinado varios informes al respecto. Es también Miembro del Consejo del Agua de la Cuenca del Ebro. En su trayectoria vital ha integrado su currículum científico de carácter interdisciplinar, como economista y como físico, con un activo compromiso social. En la Universidad de Zaragoza ha desempeñado diversos cargos de responsabilidad entre ellos el de Vicerrector.
Publicado en el periódico “La Verdad”
3 de agosto de 2005.
Por
ANTONIO ESTEVAN.Presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua.Uno de los argumentos que más insistentemente están utilizando los detractores del cambio de toma del trasvase Júcar-Vinalopó (TJV) desde su ubicación actual en Cortes de Pallás hasta el Azud de la Marquesa, en Cullera, es el de la baja calidad del agua del Júcar en ese punto.
(imagen omitida)
Imágenes de Ibérica 2000.
Desembocadura del Júcar en Cullera. Valencia.Estos temores están infundados. Una de las mayores preocupaciones de la Fundación Nueva Cultura del Agua en su labor por el cambio de la política del agua en España es precisamente la mejora de la calidad de las aguas y el correcto ajuste entre la calidad de cada recurso hídrico y el uso al que se le destina. La fundación no hubiera propuesto nunca una toma del trasvase Júcar-Vinalopó, alternativa a la actual si no tuviera la certeza de que las aguas a trasvasar tienen una calidad adecuada para los usos previstos.
Hay que recordar que en la revisión del TJV que hizo el Ministerio de Medio Ambiente tras la reunión de la Comisión Técnica del 31 de enero del 2005, en la que quedó demostrada la insuficiencia de los caudales del Júcar en Cortes, los usuarios urbanos quedaban fuera del suministro de agua del trasvase, y pasaban a ser abastecidos por desalinización, en las poblaciones costeras, y por una combinación de medidas, en las poblaciones del interior.
La situación del río Júcar.
A las aguas del río las mata realmente las extracciones para el regadio en la Mancha oriental,
y lo remata el proyecto de trasvase Xúquer-Vinalopó... Entre estas medidas están la extensión de las aportaciones del sistema Taibilla (que ya abastece a Aspe), los bombeos de agua desalada hasta el Medio Vinalopó, y el intercambio de usos en el Alto Vinalopó, destinando a usos urbanos las aguas de pozo de excelente calidad que quedarán liberadas por los recursos del trasvase.
Con su calidad actual, el agua del Júcar en el Azud de la Marquesa es perfectamente adecuada para cualquier uso agrario, sin restricciones. En efecto, el factor clave para determinar la adecuación de una determinada agua para usos agrarios (dejando al margen posibles contaminaciones específicas, que no existen en este caso), es el de la conductividad, que es la medida técnica más usual de la salinidad del agua. Los demás parámetros básicos (nitratos, amonio, DBO, etc...) no afectan al uso agrario del agua, al menos dentro de ciertos limites que no se superan ni lejanamente en el Júcar.
En la reunión de la Comisión Técnica del pasado 27 de abril, se pudo observar el perfil de la conductividad del agua en el Júcar. El río es excelente (uno de los mejores ríos mediterráneos, si no el mejor) hasta Cofrentes, donde la confluencia con el Cabriel lo deteriora perceptiblemente, sobrepasando los 1.000 microsiemens por centímetro (mS/cm).
A continuación, la entrada de aportaciones laterales del macizo del Caroig mejora algo la situación, de modo que en Cortes la conductividad media baja a unos 900 uS/cm. Esta conductividad se mantiene hasta Castelló de la Ribera, donde la confluencia del río Sellent, un río de escaso caudal, pero altamente salino, más los vertidos de Alzira-Carcaixent, la elevan hasta un nivel medio de 1.150 uS/cm, oscilando en unos 50 uS/cm arriba y abajo entre épocas de sueltas y épocas de caudal bajo.
Una conductividad de 1.150 uS/cm equivale a una salinidad de 0,75 gramos por litro. Cualquier agricultor sabe que un agua con una salinidad de menos de 1 gramo por litro es un agua adecuada para cualquier cultivo. La mejor prueba de ello es que los agricultores de la Ribera Baja llevan siglos regando con ese agua sin que ni sus tierras ni sus cosechas, que son muy variadas, hayan experimentado problema.
El sistema de tratamiento que la Generalitat está construyendo en Alicante para poder reutilizar las aguas residuales de esta ciudad, que actualmente se vierten en su mayor parte al mar, tiene previsto generar un agua con una salinidad algo superior, cercana a 1 gramo por litro, pero por supuesto, también plenamente apta para el riego.
(imagen omitida)
Es importante no confundir el agua del Azud de la Marquesa con el agua del estuario del Júcar en Cullera. El Azud de la Marquesa es el último azud del Júcar, y retiene las aguas del río a 1,8 metros por encima del nivel del estuario, que se inicia al pie del azud, en donde el agua está ya a nivel del mar. Graciela Ferrer de Xúquer Víu, nos explica los detalles en los que se encuentra técnicamente la Cuenca Hidrográfica del ríu Xúquer.
Una explicación en valenciano que nos pide sigamos velando por conseguir la vida sana del ríu Xúquer, que está muy lejos aún de ser una realidad. Una clara exposición a los habitantes de estas comarcas valencianas, para seguir permaneciendo alerta para hacer cumplir las normativas legales y europeas, en todos los planes previstos con el trasvase Xúquer-Vinalopó; y la efectividad de las depuradoras urbanas que vierten sus aguas.
XúquerVíu.org. Casa de la Cultura de Sueca. Valencia. (Noviembre 2008)
Curriculum de:Graciela Ferrer, es economista y master en ciencias ambientales, ha participado en proyectos de investigación sobre política ambiental urbana, ecología industrial y gestión hídrica. Forma parte del grupo de trabajo de la Fundación Nueva Cultura del Agua dedicado al seguimiento de la implantación de la Directiva Marco del Agua en España.
Graciela Ferrer Matvieychuc (1973, Mar del Plata - Argentina)
Llicenciada en Ciències Econòmiques (Universitat de València)- 1998
Màster en Economia Ecològica (Universitat Autònoma de Barcelona)- 2002
Màster en Gestió Fluvial Sostenible i gestió integrada de l´aigua (Universitat de Saragossa) - en curs, finalitza en decembre de 2008. Socia fundadora de l´Associació Xúquer Viu i secretària de l´associació des de la seua creació en 2004. Al llarg d´aquest anys, ha participat activament en les activitats de defensa del Xúquer i els seus ecosistemes associats, que ha portat a terme aquesta associació, proporcionant assessorament tècnic (anàlisi de documentació, elaboració d´informes, elaboració de presentacions, etc.), realitzant activitats de divulgació (xerrades, articles de premsa, notes de premsa...) i movilització ciutadana i col•laborant en la coordinació de activitats de sensibilització. Ha treballat juntament amb Antonio Estevan en el si de Xúquer Viu per paralitzar el transvasament Xúquer-Vinalopó des de Cortes de Pallàs. Fruit de l´anàlisi realitzada al llarg de 2004-2006, es va publicar el llibre: Ferrer, G., Estevan, A. i La Roca, F (2006) "El conflicto del Trasvase Júcar-Vinalopó" (Ed. Bakeaz - Col•lecció Nueva Cultura del Agua).
Des de finals de 2004 col•labora amb la Fundació Nova Cultura de l´Aigua. En l´àmbit d´aquesta entitat, des de 2006 coordina juntament amb Francesc La Roca, el Observatori de Seguiment de la Implementació de la Directiva Marc de l´Aigua en Espanya. Els resultats de les dues fases d´aquest projecte d´avaluació de la aplicació de la Directiva Marc de l´Aigua en les diferents demarcacions hidrogràfiques espanyoles es presentaren en Madrid en juny de 2007 i juny de 2008, respectivament, i poden consultar-se en la plana de web de la FNCA (
Fnca.eu...).
Des de 2001 treballa a la Universitat de València com a Tèncnica Superior d´Investigació adscrita a projectes europeus.
A diferencia de lo que ocurre en otros ríos mediterráneos con desembocadura libre, como el Ebro, esta configuración hace imposible que se produzca mezcla alguna entre las aguas del río y las del mar. Por eso el agua arriba del azud tiene una salinidad media inferior a 1 gramo por litro, mientras que al pie del azud, en el estuario, se pueden medir salinidades de 14 gramos por litro, e incluso más, dependiendo del caudal de agua dulce que salta por encima del azud.
Si el río aporta poco caudal, la salinidad del estuario aumenta, pero ello no afecta a las aguas del Júcar retenidas encima del azud. El trasvase, obviamente, se realizaría con el agua del Júcar tomada arriba del azud, y no con aguas del estuario. Es ridículo que nadie piense que se pueden trasvasar aguas de un estuario.
También se ha afirmado, con muy poco conocimiento de causa y sin aportar datos que lo demuestren, que las aguas del Júcar llegan al Azud de la Marquesa muy deterioradas por restos de pesticidas y herbicidas.
Lógicamente, cuando un río atraviesa una zona de cultivos siempre recibe ciertos retornos de riego que pueden llevar restos de las sustancias utilizadas en la actividad agraria. Lo importante no es la presencia de estas sustancias, sino su concentración, que es la que determina su peligrosidad.
En este aspecto, la configuración física del Bajo Júcar juega a favor del río. Los retornos de los cultivos de la Ribera Alta se dirigen muy mayoritariamente a la Albufera, y también desgraciadamente, a los acuíferos de la Plana.
Los de la Ribera Baja salen directamente al mar por las Golas del Mareny y por el Estany de Cullera. De este modo, la relación entre la parte de los retornos agrícolas que vuelven al río y el caudal que baja por el mismo es muy baja, y se produce una gran dilución.
Aunque no se dispone de analíticas de pesticidas y herbicidas en el Bajo Júcar, los índices de nitratos ofrecen un buen indicador indirecto: oscilan entre unos 7 miligramos por litro en épocas de suelta, y 20 en épocas de caudal bajo. El límite establecido para las aguas de consumo humano es de 50 miligramos por litro, lo que está indicando que la afección por retornos agrarios al Júcar es bastante limitada. Interesa recordar que los acuíferos de la Ribera y la Plana de Valencia, de los que se abastecen para uso urbano decenas de miles de habitantes de estas comarcas, tienen promedios superiores a 50 miligramos por litro, según ha reconocido el Gobierno Español en la documentación de la Directiva Marco presentada en Bruselas en el pasado mes de marzo.
En realidad, las aguas del Bajo Júcar son potabilizables según la normativa vigente de aguas prepotables, ya que son clasificables entre las categorías A2 y A3, lo que autoriza su potabilización. De hecho, aguas con mayor conductividad en origen, y otros parámetros igualmente insatisfactorios, se están potabilizando en muchas ciudades españolas, incluyendo algunas grandes capitales, como Barcelona.
No obstante, en unas poblaciones como las del Alto Vinalopó, que tienen recursos propios subterráneos de una calidad excelente, no tendría sentido dedicar las aguas del Júcar a usos urbanos. Y lo mismo cabe señalar para el Medio Vinalopó, que puede recibir aguas subterráneas o desaladas de mejor calidad que las del Júcar. En estas comarcas, al disponer la agricultura de aguas trasvasadas, los acuíferos verán reducida su sobreexplotación, ofreciendo mayor garantía para los usos urbanos y mejorando también su calidad en aquellos casos en que ésta se haya deteriorado por extracciones excesivas.
Los habitantes del Vinalopó pueden estar tranquilos por lo que se refiere a la calidad de las aguas que les puedan llegar desde el Bajo Júcar. Ya en la actualidad, estas aguas tienen una calidad muy aceptable y perfectamente adecuada para el uso agrario. Pero además, con las medidas en curso para corregir los déficits de depuración de Alzira y Carcaixent, y otras que deben ser aplicadas, como el establecimiento de los caudales mínimos que ha exigido la Unión Europea o la gestión adecuada del río Sellent y otros focos puntuales de deterioro, la calidad del agua del Bajo Júcar aumentará sensiblemente en los próximos años.
Si el Gobierno se empeña en conseguirlo, a finales de esta década el agua del Júcar en el Azud de la Marquesa puede tener una calidad muy similar a la que se utiliza para el riego de la Ribera Alta y para el abastecimiento de Valencia.
* Antonio Estevan es consultor ambiental.
Ingeniero Industrial Especializado en temas medioambientales... (Enlace...) Diseñador de Programas Integrales de Gestión de la Demanda... (Enlace...)* Hay un componente atávico en la necesidad de preocuparnos por el agua. La obsesión por el agua cercana y segura ha acompañado a la humanidad en toda su historia, en todos los continentes y en todos los climas. A menudo intentamos olvidarlo, o incluso negarlo, imaginando épocas doradas en las que el agua fluía, cristalina y abundante, sin esfuerzo humano y al alcance de todos.
Pero en la historia de la humanidad, esos paraísos acuáticos sólo han existido en contadas ocasiones y lugares, y su disfrute ha estado casi siempre limitado a los ricos y los poderosos... (Antonio Estevan. Ondara. Noviembre de 2003.)*
PHN: destapando la olla (de la Política Hidráulica Nacional de España)Consiste en que hay unas 60.000 hectáreas en Murcia y en el sur de Alicante que están consideradas de regadío, pero carecen de dotación de agua. La responsabilidad de esa situación corresponde totalmente a la administración hidráulica: una parte de esas hectáreas fueron transformadas ilegalmente bajo la tolerancia de las autoridades hidráulicas; otras tenían que haber sido regadas por el trasvase Tajo-Segura, pero desde que se inauguró esta magna obra, hace casi un cuarto de siglo, apenas ha trasvasado la mitad de lo previsto en la primera fase, y menos de un tercio de los 1.000 hm3 anuales para los que fue construido.
El llamado problema hidrológico español es una pura invención política... (Enlace...)*
Implicaciones territoriales del Plan HidrológicoEsta espiral de crecimiento poblacional y urbanístico podría ocasionar fácilmente la ruina del sector turístico en el Mediterráneo español. Nuevas infraestructuras de transporte y de todo tipo tendrían que localizarse en la ya saturada franja costera: nuevos aeropuertos o ampliaciones de los existentes, nuevas autopistas longitudinales y transversales, nuevas instalaciones de tratamiento de residuos y energía, nuevos espacios logísticos para el abastecimiento turístico, etc. En tales condiciones de saturación de población y actividad, sería imposible aspirar a conservar unas condiciones mínimas de calidad ambiental, imprescindible para mantener una demanda turística estable y rentable.
El debate sobre turismo de masas o turismo de calidad perdería toda vigencia... (Enlace...)*
Perduración de los Planes Hidráulicos en España... (Antonio Gil Olcina - Alicante (España), 2002)Información relacionada:*
Revelaciones de especulación urbanística, con las aguas del trasvase (Enlaces...)*
Nous condicionaments per al Xúquer i l´Albufera*
Plataforma Xúquer viu (Toda la información de última hora...)*
El conflicto del trasvase río Júcar-Vinalopó. (El libro...)*
Situación Ambiental de la Cuenca Hidrográfica del Júcar*
La Situación Ambiental de las Cuencas Hidrográficas, en España
>> Autor: silvia3942 (11/08/2005)
>> Fuente: Antonio Estevan.
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