¿Cómo habéis encontrado el fallo?"Holanda utiliza menos de la mitad de potencia en sus farolas que España". La gente que se dedica a Astronomía siempre ha tenido la impresión de que la contaminación lumínica en España era superior a otros países, pero no había datos que lo demostraran de forma científica. Para nuestro estudio hemos utilizado varias herramientas. Hemos medido, mediante imágenes de satélite, la cantidad de luz que se detecta desde el espacio. Hemos utilizado datos de una empresa que trabajó para la UE y del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Hemos descubierto que la potencia de las farolas instaladas en España es la más alta de toda la UE. Holanda utiliza menos de la mitad de potencia. Hemos estudiado el consumo en varias comunidades autónomas y han salido datos curiosos: en Madrid la capital consumía más que toda la Comunidad, en Cataluña había subidas y bajadas muy raras, toda la provincia de Murcia tenía menos farolas que la ciudad de Melilla, etc. Hemos utilizado datos del Instituto Nacional de Estadística hasta el año 1936, porque las estadísticas de Industria sólo llegan hasta 1956.
¿No se puede medir con exactitud cuánto consume el alumbrado público en España?Antes se facturaba por estimación, pero ahora todo se realiza por contador, así que no debería haber problemas.
¿Por qué es importante controlar el gasto en iluminación pública? "Los hogares destinan a la iluminación el 4,6% de toda la energía consumida en España; el alumbrado público supone el 2%"El consumo energético es una cuestión que interesa a los ciudadanos. Es importante saber si se derrocha el dinero de todos y si hay o no control.
¿Cuánto dinero se podría derrochar?El consumo total de alumbrado es de 450 millones de euros. Un país como Alemania, con más población que España, consume la mitad. En Alemania utilizan 48 kw/h por habitante, y en España 116. Los hogares destinan a la iluminación el 4,6% de toda la energía consumida en España. El alumbrado público supone el 2% del total. Resulta paradójico que desde las instituciones traten de concienciarnos del ahorro energético cuando son los primeros derrochadores, con el dinero de todos.
¿Por qué se consume tanto en España?"Las farolas de alto consumo serían más del 50% hoy en día en España"
Habría varias cuestiones. Las normas son arbitrarias, no hay forma de conocer en qué criterios se basan para decretar que sea necesaria tanta intensidad. Otro problema es cómo se llega a ese nivel de iluminación. Las típicas farolas globo tienen una eficiencia del 12% con respecto a las mejores farolas que se ponen hoy día. Unas farolas también muy utilizadas, de casquete superior, desperdician el 50% de la energía y son consideradas según la ley de categoría A (alta eficiencia). Las farolas de alto consumo serían más del 50% hoy en día en España. Y una cosa es cambiar la farola, y otra la bombilla. Cada vez se cambian más farolas, pero se mantienen luminarias poco eficientes.
¿Cómo se puede saber si una farola derrocha energía? Si a 25 metros de la farola se ve la bombilla, no es buena. La farola debe iluminar al suelo, no en horizontal, y mucho menos hacia arriba. Luego hay farolas que no están adaptadas a las condiciones del lugar. Muchos túneles tienen de día una gran potencia que mantienen de noche. El riesgo de deslumbramiento es alto. Ya no sólo es el gasto eléctrico, sino el peligro para la seguridad vial. Hay estudios que muestran las diferencias entre carreteras que casi no tienen iluminación y otras con una excesiva luz.
¿Qué impacto medioambiental supone la contaminación lumínica? "Si a 25 metros de la farola se ve la bombilla, no es buena"
Más emisiones de dióxido de carbono (CO2) y su efecto en el cambio climático, desaparición de determinadas especies como las luciérnagas, atracción de plagas urbanas como mosquitos, alteración del sueño en las personas que sufren de una iluminación pública excesiva en su hogar, etc.
¿Qué medidas se deberían tomar para reducirlo en lo posible? La contaminación lumínica se combate con el ahorro. Las farolas y sus lámparas deberían regirse por la misma normativa estricta que se utiliza para los coches o para las bombillas incandescentes que utilizamos los consumidores. Habría que prohibir las bombillas que excedieran los límites y dar un plazo de entre cinco y diez años para sustituirlas. Hoy en día no hay ninguna ley así. Cada comunidad autónoma tiene su propia normativa y sus criterios. Si no se quiere gastar mucho, se podrían dejar las farolas, que suponen el 90% de gasto total, y cambiar las bombillas, que consumen la electricidad. La inversión inicial se amortizaría en pocos años gracias al ahorro que se lograría.
Más medidas: instalar farolas de la forma más eficaz posible. En Alemania se sitúan por encima de la calle, con un cable, no en los laterales. Así se necesita menos luz. También se pueden apagar durante la noche lugares públicos cerrados al público, como parques, o el alumbrado ornamental de monumentos, si ya no hay turistas. Muchas ciudades encienden el alumbrado todo el año a la misma hora. En invierno no está mal, pero en verano se despilfarra mucho, cuando un sencillo sistema horario lo ajustaría a la puesta real del sol. Hacen falta estudios científicos para cuantificar todos estos detalles y tomar decisiones correctas.
Podría pensarse que para controlar estas cuestiones hace falta una cualificación que tal vez no esté al alcance de los servicios técnicos de los ayuntamientos.
No hace falta saber demasiado para controlar estos temas. Se podría hacer un video en Youtube en el que se explicaran medidas para reducir el consumo y mejorar la iluminación.
La comunidad de Canarias tiene una ley que prohíbe el alumbrado que dificulta la visión nocturna del cielo. ¿Por qué no se sigue el ejemplo? "Muchas ciudades encienden el alumbrado todo el año a la misma hora" Su aplicación es muy limitada. Nuestros datos no reflejan que haya un gasto menor que en otras comunidades.
¿Qué pueden hacer los consumidores?Lo primero, ser conscientes del problema y de que no hace falta pedir más farolas y más intensidad para lograr una buena iluminación. Hay que reclamar a las instituciones que se nos ofrezca toda la información y que no se despilfarre la energía que pagamos entre todos. En las comunidades de vecinos se puede ahorrar mucho, pero hay que tenerlo claro. Se podrían utilizan estudios para iluminar de la forma más eficiente posible. Al principio supone un gasto, pero el dinero que se ahorra durante la vida útil del sistema de iluminación es mucho mayor.
Parece también un problema de educación ambiental.
"Hay que reclamar a las instituciones toda la información y que no despilfarre la energía que pagamos entre todos". Hay que ser conscientes, como en otros países, de que no es necesaria tanta luz. En noches de luna llena, el ojo se adapta y ve bien sin problemas. La luz de la luna ofrece una intensidad de 0,5 lux; el mínimo que se exige en España para una farola son 5 lux. Una iluminación que apunte al cielo es como una manguera de agua regando sin control. Cada vez somos más conscientes de que no hay que derrochar agua, pero con la energía no pasa lo mismo.
¿La tecnología podría ayudar? Se habla de bombillas de bajo consumo, luces LED...
Las LED en la actualidad no serían las más convenientes, porque también gastan mucho. Pero son el futuro. Cuando mejoren serán la base de sistemas de iluminación inteligente, porque se encienden y apagan al instante. La idea será que la luz funcione sólo cuando detecte la presencia de personas. Hay estudios de la UE para instalar en las carreteras sistemas que iluminen en función del número de coches que circulen. En EE.UU., hay campus universitarios que apagan todas las luces durante la noche y sólo se encienden si entra alguna persona. La luz salta cuando hay un intruso; es como una alarma más. Estos sistemas se deberían utilizar en los polígonos industriales: hoy en día tienen siempre luz porque creen que así es más seguro. Pero es todo lo contrario, porque el posible ladrón puede ver qué hay para llevarse, por dónde puede entrar, etc. Con las farolas, las cámaras de seguridad pueden quedar cegadas y no graban bien.
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Energías no tan renovables...Iluminación ecológica.El consumo racional y el uso de bombillas cada vez más eficientes, como las LED, reduciría la factura eléctrica y la contaminación medioambiental.El 19% de la generación eléctrica mundial se destina a la iluminación, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Por su parte, la multinacional Philips asegura que el cambio a sistemas de iluminación más eficientes ahorraría en Europa 4.300.000.000 de euros, equivalente a 50.000.000 de barriles de petróleo anuales o mil millones de árboles, lo que evitaría la emisión de 28.000.000 de toneladas de CO2.
El cambio a sistemas de iluminación más eficientes evitaría en Europa la emisión de 28.000.000 de toneladas de CO2
Por ello, aumentar la eficiencia de los dispositivos lumínicos y reducir el consumo innecesario no sólo contribuiría a disminuir la factura eléctrica, sino también a proteger el medio ambiente. En este sentido, los centros de investigación y las empresas del sector trabajan en el desarrollo de nuevas tecnologías.
Las luces LED (Light Emision Diode, o diodo de emisión de luz) se conocen desde los años 60, y se popularizaron como puntos luminosos rojos y verdes en numerosos aparatos electrónicos. Los avances tecnológicos están ampliando los usos de los LED, y hoy en día se utilizan cada vez más como iluminación en lugares públicos, edificios, pantallas gigantes de publicidad, semáforos o linternas para deportes de riesgo. Asimismo, a partir de 2008, el Reglamento CEE permitirá usarlas en los automóviles como luces de cruce.
Las ventajas de estas luces son diversas en comparación con las bombillas incandescentes: Ocupan menos espacio, son más brillantes, pueden durar hasta 50 veces más y consumir hasta 10 veces menos, y su chip permite variar la intensidad y el color de la luz. Además, con el desarrollo de los "LED orgánicos" se podría incluso ubicar iluminación en superficies flexibles, como tejidos y ropa.
Sin embargo, el uso generalizado de las luces LED se ve frenado por su elevado precio: Una lámpara de 3W, equivalente a una bombilla de 40W, cuesta unos 65 euros. En cualquier caso, los expertos señalan que su desarrollo se está produciendo con gran rapidez y vaticinan que en unos pocos años sustituirán a las actuales bombillas.
Por su parte, el silicio también podría convertirse en el material de las bombillas del futuro. Una empresa canadiense, Group IV Semiconductor, asegura haber desarrollado una tecnología que permitiría fabricar a partir de 2010 bombillas que duran 20 años y consumen un 90% menos de energía que las actuales. El sistema consiste en pasar la electricidad a través de un semiconductor de silicio, convirtiendo en luz casi toda la energía.
Asimismo, la utilización de materiales no contaminantes es otra de las preocupaciones del sector, habida cuenta de la toxicidad de los elementos de algunas bombillas. Por ejemplo, se calcula que sólo en la Unión Europea (UE) hay 35 millones de lámparas de vapor de mercurio, altamente contaminante, instaladas en calles y autopistas. Mientras tanto, el reciclaje de estos elementos de iluminación en lugares convenientes, como los Puntos Limpios, es una buena manera de ayudar a conservar el medio ambiente.
El exceso lumínico, además del gasto energético, afecta negativamente a numerosas especies de insectos, gran cantidad de aves migratorias, rapaces o murciélagos.
Un ejemplo a seguir en la lucha contra este problema es el denominado proyecto Ecolight: Promovido por la UE y el Ayuntamiento de Valencia, su objetivo es frenar la contaminación lumínica en el parque natural de la Albufera. Para ello, se instalará un modelo de alumbrado "perimetral", con farolas más bajas y de tipo "cazuela", que enfocan al suelo de manera más eficiente.
Consejos para reducir el consumo doméstico.Según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), la iluminación de los hogares españoles se lleva el 20% del total de la electricidad, lo que implica un gasto por familia de 83 euros al año.
Estas cifras podrían reducirse siguiendo una serie de consejos:• Evitar el uso desproporcionado de la iluminación, apagándola cuando no sea necesaria.
• Aprovechar al máximo la luz natural, mediante amplios ventanales, muros de pavés o colores claros y brillantes en paredes y cortinas.
• Utilizar bombillas de bajo consumo. Aunque más caras que las normales, se amortizan rápidamente en estancias que requieren una iluminación prolongada. Sin embargo, no son recomendables para usos puntuales, puesto que al encenderse consumen mucha energía y se gastan antes. Conviene leer y comparar en el envase los datos de eficiencia energética, las equivalencias de consumo frente a las convencionales y la vida media.
• Mantener limpias las tulipas y bombillas, que pueden perder si no hasta la mitad de su luminosidad.
• Instalar sistemas economizadores de energía, como reguladores de intensidad luminosa electrónica, lámparas con niveles de iluminación, transformadores electrónicos para fluorescentes o detectores de presencia.
• Utilizar lámparas de luz solar: Se trata de unos tubos que transportan la luz del sol desde el tejado hasta unas lámparas ubicadas en el techo del interior de la casa.
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por: Alfonso143 (05/11/2009) |
Fuente/Autor:
Recopilaciones para Ibérica 2000. |
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Comentarios
Crisis, crisis, crisis. Bien, es lo normal. Hemos pasado de pobres modestos a nuevos ricos derrochadores. Deberíamos empezar a cambiar cosas. |
Nombre: thoreau (01/02/2010) |
E-mail: blasballester@yahoo.es |
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