Insertado por: Alfonso143 (10/01/2009)
Fuente/Autor: Recopilaciones para Ibérica 2000.
Comentarios
* ¿En manos de quien estamos?
No sé si habrá mucha o poca crisis económica, pero cirsis de valores y de ideas, seguro.
Rusia cierra su gaseoducto, los israelies, masacran a los palestinos, los futbolistas se forran, mientras los cientificos no ganan ni para independizarse, la Comunidad de Madrid se gasta 300.000 € en un belén, Aznar califica de exótica la victoria de Obama, numerosos financieros estafan miles de millones y no van a la carcél, hay guerra publicitaria en los autobuses estre creyentes y ateos, la iglesia defiende a la familia pero no se queja del precio de la vivienda...
Eso sí tenemos 17 asambleas autonomicas, mil asociaciones, ministerios, consejerías, cámaras oficiales, colegios profesionales...
QUE BIEN ACONSEJADOS ESTAMOS
(Extraído del periodico ADN)
Nombre: Angela M. (12/01/2009)
* Decrecimiento económico - 9 de marzo de 2009.
Frente a lo que nos quieren hacer creer, la economía real no se desmaterializa, la brecha entre ricos y pobres no se reduce, el deterioro ambiental no se frena. Todo lo contrario. La única utopía para sacarnos de este auténtico atolladero planetario es la de una genuina sostenibilidad, basada en el decrecimiento. Es muy difícil en los tiempos de consumismo desaforado y obsesión por el enriquecimiento personal abogar por un modelo de desarrollo que pivote en no seguir creciendo, mantener hábitos austeros y ralentizar el ritmo asfixiante de expolio de la naturaleza. El discurso dominante nos intenta persuadir que la “ecoeficiencia”, el “desarrollo sostenible” y la innovación tecnológica pueden lograr el milagro de los panes y los peces de continuar creciendo en un planeta finito, solo a base de poner algunos frenos a la ineficiencia y al despilfarro. Es hora de que los movimientos sociales más lúcidos se den cuenta de la falacia y del error: el incremento continuado del Producto Interior Bruto, la mayor generación de bienes y servicios, la acumulación constante del capital, es una perspectiva rechazable por más que intente disfrazarse de “amigable” con el medio natural y sostenible. Como reconoce Susan George, “cada 25 años la economía mundial se duplica; hay que terminar con esa idea de crecer sin parar o acabaremos con el planeta: sencillamente este sistema es insostenible”. Con la teoría productivista, que afirma que la cantidad de recursos naturales requerida por unidad de producto disminuye con el progreso técnico, los economistas proclaman una “desmaterialización” de la producción que no es cierta La extracción de materias primas sigue imperturbable, con el petróleo como hito, y el crecimiento demográfico y la expansión del comercio hacen trizas todos los propósitos de contener la degradación de la Tierra. Por otro lado, el Calentamiento Global repercute sobre todos los países y en mayor medida en los que menos responsabilidad tienen en el incremento del efecto invernadero: los países pobres o mejor dicho “desposeídos”. El aumento general de la brecha entre pobres y ricos contradice también la dudosa teoría según la cual el crecimiento económico es capaz de reducir las desigualdades y de reforzar la cohesión social. De los 6.500 millones de personas que habitan el planeta, mil millones siguen estancadas en la miseria, el hambre y la pobreza. Son los desposeídos que no tienen nada y que sobreviven con menos de un dólar al día. Forman lo que Paul Collier llama “el club de la miseria”. Mientras que la ola expansionista de los últimos años (veremos lo que pasa en la situación de desaceleración actual) ha conseguido mejorar rentas a muchos países “en vías de desarrollo”, África y parte de Asia han sufrido el empeoramiento de sus condiciones de vida, con estados calificados como fallidos. La combinación de lo que Kormondy llamaba las tres “p”, pollution, population y poverty, es decir, contaminación, crecimiento demográfico y pobreza, ha degradado su situación social y ambiental, alejándoles de los intercambios monetarios y comerciales.
Muchos de ellos padecen la llamada “maldición de los recursos”, o sea, países que con gran riqueza de recursos naturales no despegan, profundizando su atraso económico, la corrupción y la exclusión social. Es el caso de Nigeria y Guinea (petróleo) o de Sierra Leona (diamantes). Es un círculo vicioso, en el que la pobreza causa mal gobierno y el mal gobierno causa pobreza: una inercia terriblemente difícil de romper. Padecen la “globalización de la pobreza”, lo contrario del desarrollo y el progreso, o sea, la regresión y la primitivización.
Extraído de: Decrecimiento económico.
Daniel López Marijuán
* El decrecimiento económico, una verdadera alternativa a la crisis ambiental:
www.ecologistasenaccion.org/spip.php?article10798
Nombre: Antonio Valencia (16/03/2009)
* La apuesta por el DESCRECIMIENTO:
Un grito empieza a resonar en el Norte, en el mundo de la opulencia, ante la abundancia de datos y evidencias que confirman el desquiciamiento avanzado de los ecosistemas planetarios y del tejido social de las naciones tanto opulentas como arruinadas por la globalización; ante la creciente stress, tasa de suicidios, crisis nerviosas, disparo en el consumo de drogas, calmantes y psicotrópicos; ante el aumento de la violencia intrafamiliar, comunitaria, intersectorial e internacional, ante la percepción del desfondamiento simbólico del mundo: gritan cada día con más fuerza ¡DESCRECIMIENTO!, como única alternativa a esta situación de locura colectiva que niega el inminente colapso ecológico, de la economía, de la política, de la sociedad, y de la persona humana. Entre 50 y 200 especies vegetales y animales desaparecen diariamente, a un ritmo entre mil y treinta mil veces superior a las hecatombes ecológicas del pasado. El cambio climático y el pico del petróleo empiezan a exhibir la formidable vulnerabilidad de la civilización occidental. Al parecer, existe sólo un 50% de probabilidades de que la especie humana sobreviva este siglo; algunos importantes toxicólogos que estiman que la esterilidad general masculina tendrá lugar hacia el 2060. Sabemos que nos precipitamos al abismo, pero, no queremos ocuparnos de ello. Una esquizofrenia total invade a los poderosos de la Tierra: Miran hacia fuera cuando tienen el incendio en la casa.
El crecimiento económico sin límite alguno comienza a encontrar límites ecológicos insuperables. Para ofrecer a todo el mundo el estilo de vida de los estadounidenses se requieren seis planetas Tierra y para el de los europeos se necesitan tres. Sin embargo, los bomberos- piromaniacos; es decir: los políticos del Norte, con el señor Bush a la cabeza, afirman que la salida a la crisis de crecimiento consiste en más crecimiento; que la salida a la guerra consiste en más guerra. Bush ha dicho “ el crecimiento es la solución y no el problema” y ha repetido una y otra vez el encantamiento perverso de los poderosos: ¡Crecimiento!, ¡Crecimiento!, ¡Crecimiento!, como la única solución a los problemas ambientales y sociales del mundo y su propuesta no ha sido rechazada por la izquierda mundial, por los socialistas, por los comunistas, por los Verdes, por la extrema izquierda, incluyendo a los alter mundistas! En el fondo, los capitalistas han conseguido convencer a la gran mayoría de los ciudadanos de que el crecimiento económico es la solución a todos los problemas, a pesar de que no hay evidencia alguna de que así sea. Sin embargo, las cosas empiezan a cambiar en el mundo y la idea del descrecimiento ha tomado fuerza en los últimos años. Algunos estudiosos de varias partes del mundo empiezan a considerar que un cambio radical de política es una necesidad absoluta y que vale la pena apostar por el descrecimiento.
El término “descrecimiento” es de muy reciente utilización política, social y económica, pero, tiene raíces históricas muy antiguas que pueden hallarse en el primer socialismo y en el anarquismo clásico, no obstante, fue formulado por Ivan Illich en México, en los años 60, en términos muy cercanos a los que hoy se utilizan en Europa y luego fue retomado en Francia en los 70, por André Gorz, Francois Partant, Jaques Ellul y Cornelius Castoriadis. El fracaso de las ideas del progreso y del desarrollo en el Sur, ampliamente documentado por Illich, unido a la pérdida de los símbolos, guías y referentes en el Norte, a causa del consumismo exacerbado y a los excesos de la ciencia y la tecnología, condujeron a varios pensadores europeos a la consideración de las ideas del descrecimiento. Empero, la crisis ecológica global añadió una nueva dimensión determinante en este proceso. Al cuestionar el imaginario capitalista que domina al mundo, como dice Castoriadis, el pensamiento ecológico resulta muy subversivo al rechazar que el motivo central de nuestro destino es aumentar la producción y el consumo; aumentar el PIB. El descrecimiento tiene entonces una doble filiación: se configura, por un lado, a partir de la toma de conciencia de la crisis ecológica y por el otro, al filo de la crítica a la técnica y al desarrollo. Es conveniente, sin embargo, mencionar en este punto algunos correlatos del descrecimiento, como es el “crecimiento cero”; el “crecimiento negativo“; el “desarrollo sustentable” y el “estado estacionario” que pretenden imponer algunos límites al desarrollo, no obstante, la hipótesis del Descrecimiento no tiene realmente nada que ver con estos términos.
El Descrecimiento es un simple lema político, una consigna, un llamado al orden; una palabra - obús, como dice Paul Aries, que no tiene una teoría en el sentido clásico de la palabra, pero que pretende profundizar en el abandono de los objetivos de crecimiento por el crecimiento mismo, por lo que podría ser definido mas bien como “ Acrecimiento” (sin crecimiento), como se dice “Ateo” ( sin díos). Se trata, pues, del abandono de una religión: la religión de la economía, del crecimiento, del progreso y del desarrollo; significa una bandera bajo la cual se agrupan aquellos que han iniciado una crítica radical del progreso y el desarrollo; una propuesta que invita a huir del totalitarismo economicista, desarrollista y progresista; que invita a erradicar de nuestras propuestas las palabras crecimiento, desarrollo y progreso, debido a sus consustanciales implicaciones depredadoras, contrarias a la sana convivencia y supervivencia humana. Más carreteras, más refrigeradores, mas aeropuertos, más celulares, más computadoras, más aviones, lo que es el contenido del desarrollo sustentable, implica más depredación y más devastación ecológica. Es importante repetirlo mil veces: El futuro del ser humano nos es el auto climatizado para todos. El descrecimiento entraña, en efecto, compartir mejor las cosas del mundo, pero, implica también cambiar radicalmente la forma en que se produce y se consume en el mundo.
CONTINUACIÓN
La ideología del crecimiento está moribunda , a pesar de los millones de seres humanos que se sacrifican en sus altares; a pesar de la virtual unanimidad con la que los ciudadanos y los políticos todavía se quieren aferrar a este salvavidas perforado . Por lo mismo, se inventan subterfugios para hacernos más comestible este envenenado platillo y así se inventan términos como el “ecodesarrollo“, el “desarrollo sustentable“ ; el “otro crecimiento” el “crecimiento con rostro humano” y otros términos que demuestran que este falso dios esta moribundo. No obstante, se le siguen sacrificando las generaciones futuras. Es necesario dejar muy en claro que la ideología del desarrollo es una hija bastarda de la guerra fría. En 1946, el presidente Truman propone al mundo por primer vez la idea del desarrollo económico generalizable, para contrarrestar la amenaza del socialismo revolucionario y atraer a los países recientemente descolonizados. La campaña funcionó algunas décadas. No obstante, la victoria de la contrarrevolución conservadora de las últimas décadas ha vuelto inútil este costoso mito, pues los ricos ya no tienen vergüenza de ser cada día más ricos mientras la miseria se generaliza en el mundo. Para la inmensa mayoría de los seres humanos, la alternativa real no está entre crecimiento o descrecimiento sino entre recesión o descrecimiento. En efecto, el descrecimiento no significa un crecimiento negativo; entraña más bien un descrecimiento elegido por la sociedad, aceptado por la mayoría . Una recesión es siempre dramática para los humildes, pues no hay nada peor que una sociedad de crecimiento sin crecimiento. Para el neoliberalismo sobra ya el 80% de los seres humanos y las patronales mundiales advierten “¡ Dejen de soñar! habrá que trabajar mucho más para ganar los mismo” . La corriente política del Descrecimiento estima que los ciudadanos debemos aplicarnos de inmediato en la destrucción del mito del crecimiento.
El crecimiento económico no es en ningún sentido una necesidad absoluta natural; sólo es posible llegar a ello después de que se ha instalado en una sociedad el principio de la división y la competencia. Las sociedades primitivas son sociedades contra la existencia del Estado y de la economía, con el propósito de proteger su integridad. Los pueblos originarios no rentabilizan sus actividades, no porque no puedan hacerlo sino porque no lo desean, porque pone en peligro su cultura. El rechazo a la mercantilización de la vida y al crecimiento económico es muy antiguo y continúa hasta nuestros días: no sólo los ludditas que destruían maquinas al inicio de la Revolución Industrial o los llamados trabajadores “sublimes” que en el Siglo 19 inventaron el San Lunes y se negaban a trabajar más allá de lo estrictamente necesario o los menonitas y los amish que colectivamente se opusieron a la industrialización en puerta en Alemania, sino también, a principio de este siglo 21, muchos campesinos y gente de las ciudades se opone a diversas formas de modernidad, para conservar su manera de ser y su cultura. Gritan, como en San Salvador Atenco o en La Parota “La Tierra No se Vende” Todavía una parte de la vida social e individual de hoy en día, en el dominio asociativo y amoroso, escapa al cálculo económico.. No obstante, la mayoría quiere ganar más dinero y gastar más dinero del que gana; los científicos no se detienen frente a investigaciones muy riesgosas como la nano tecnología o los transgénicos y sigue vigente aquello de que todo lo que es técnicamente realizable acabará por serlo: no detendremos la clonación humana sin cambiar de ideología. El crecimiento económico es por la tanto una elección que hace una sociedad, imponiéndose una disciplina para lograrlo.
El crecimiento duradero de la época moderna sólo ha sido posible por la creciente mundialización, por la exportación de la miseria a todo el mundo, especialmente al África y a Latinoamérica; pero, la crisis actual del crecimiento se debe a la imposibilidad física de desterritorializar aún más sus posibilidades. Un crecimiento mundializado tendrá como consecuencia una catástrofe generalizada. Más del 70% de los ecosistemas de la Tierra están severamente afectados. La ciencia moderna nos conduce a la desespeciación del ser humano. Como dice Lacan: el capitalismo funciona muy bien. Ciertamente, Nada triunfa como el triunfo. Sucumbirá a su propio éxito. La civilización occidental tiene el privilegio de haber inventado un modelo de desarrollo que ha funcionado mejor que cualquier otro en la historia; pero, no debemos olvidar los valores nacidos en el Siglo de las Luces que han hecho florecer la idea de la autonomía y de la democracia, nacidos también en Occidente. Libertad, Igualdad y Fraternidad que son todavía ideales por conseguir. Por lo mismo, es necesario no olvidar que la ideología de crecimiento nacida hace poco mas de medio siglo es también una hija bastarda de Occidente: nunca una civilización ha llevado tan lejos su confusión de valores, gracias a su fe en las supuestas leyes económicas. La economía ha envenenado nuestra vida y nuestro futuro inmediato. Para sobrevivir, debemos salir de la economía tan pronto sea posible.
Los limites del crecimiento, tema fundamental en el descrecimiento, están definidos a la vez por el volumen de los recursos naturales no renovables y por la rapidez de regeneración de los renovables. Por milenios, en la mayor parte de las sociedades, la utilización de estos recursos estuvo limitada por las comunidades, sin embargo, la rapacidad de la economía moderna y la desaparición de los frenos comunitarios han transformado los aprovechamientos en una depredación sistemática de los mismos. Nada se opone realmente hoy en día a la destrucción de la ecología. La competencia comercial y los mercados libres hoy en día tienen efectos desastrosos en la biosfera. Nada detiene a los buscadores de oro como nada detenía a los garimpeiros del Amazonas. En nuestro sistema, cualquier capitalista o cualquier homo economicus opera igual que un buscador de oro. La modernidad ha eliminado la reciprocidad que tenían los pueblos originarios con la Naturaleza. El sistema jurídico moderno, al considerar a los recursos naturales como una mercancía fomenta su rápida destrucción. Para colmo, los neoliberales proponen la erradicación total de los bienes comunes o commons, como el agua , por medio de su privatización. El establecimiento de los límites del crecimiento es el gran reto intelectual y político de nuestro tiempo.
¿POR QUÉ UN CICLO DE COLOQUIOS Y CONFERENCIAS?
La reflexión del descrecimiento implicaría en este Ciclo de Coloquios, el estudio de dos cuestiones fundamentales: ¿por qué descrecer? y ¿cómo descrecer? ; lo que a su vez implica conocer a fondo lo que significa el infierno del crecimiento; ¿qué consecuencias ecológicas, sociales y simbólicas trae aparejadas el crecimiento? Será necesario resolver muchas preguntas en las conferencias y coloquios de este ciclo: ¿ por qué habría que salvar la idea del desarrollo? O preguntarnos ¿ el Descrecimiento es anticapitalista? O bien: aplicarnos al estudio de la medida del bienestar, el PIB y otros índices. ¿Cómo desmitificar el índice fetiche del bienestar moderno, el famoso PIB? Es conveniente recordar aquí la famosa declaración de Robert Kennedy : “ Nuestro PIB, decía, incluye la contaminación del aire, la publicidad de los cigarros y las carreras de las ambulancias que recogen los atropellados en las carreteras. Incluye la destrucción de nuestros bosques y la destrucción de la naturaleza. Incluye el Napalm y el costo del confinamiento de los desechos radiactivos. En cambio, el PIB no considera la salud de nuestros niños, la calidad de su educación, la alegría de sus juegos, la belleza de nuestra poesía o la solidez de nuestros matrimonios. No toma en cuenta nuestro coraje, nuestra integridad, nuestra inteligencia, nuestra sabiduría. Mide todo, salvo aquello por lo cual la vida vale la pena de ser vivida” Es demasiado importante lo que no toma en cuenta el PIB y es demasiado lo malo que incluye. Por otra parte, ¿ debemos aceptar otros índices de crecimiento, como el IDH, Índice del Desarrollo Humano o el IPG, Índice de Progreso Genuino o ISS; el Indicador de la Salud Social ? ,o ¿ puede realmente el bienestar humano estar relacionado con la riqueza?, o ¿ es conveniente llevar una contabilidad nacional del bienestar?,o ¿ ayudan realmente los indicadores a mejorar la felicidad general? ,o ¿ cuál es la verdadera riqueza de las naciones? El desarrollo implica el funcionamiento del capitalismo: las fuerzas productivas , especialmente el complejo tecno-científico que es la fuerza principal, impulsan sin cesar un crecimiento sin límites que contribuye a legitimar las relaciones sociales existentes: la tecnología proyecta entonces su cultura en el mundo: ¿qué efectos sociales, ambientales y simbólicos tiene entonces la ciencia y la tecnología?;¿ qué características tiene el desquiciamiento global; el desquiciamiento ambiental, social, político, de la persona humana? , ¿ cómo nos podemos dar una idea de estas devastaciones? ; tenemos que analizar si el descrecimiento es realmente un alternativa; si esto es así: ¿cómo podemos ir más allá del discurso antieconómico? ,o ¿ es un buen término el descrecimiento?; será necesario en este punto hacer la critica de las falsas soluciones como las que proponen los científicos, los privatizadores, el famoso Factor 4 , el uso eficiente de la energía; o las energías renovables, tan de moda, o lo gran farsa del “desarrollo sustentable” o la masoquista “desaceleración económica” propuesta por ATTAC o el falso miedo de la Bomba P ( Demografía) que tanto espanta a los ricos: Todo esto deberá ser debatido en nuestro Ciclo de Coloquios; Además, habrá que aclarar ¿ que es lo que no es el descrecimiento? Por otra parte, es necesario estudiar cómo decrecer, como organizar una sociedad en descrecimiento serena y convivencial en los países empobrecidos como México; cómo acabar con la ideología del progreso: ¿como eliminar el culto que ha hecho de la ciencia y la tecnología?,o ¿cómo rediferenciar lo sacro de lo profano? Y ¿cómo liberarnos de la mega máquina que nos hace a cada uno un engranaje y que nos desvaloriza a todos?. Además, estudiar cómo acabar con la sociedad de consumo: estudiar cómo el consumo difiere del uso normal de las cosas; cómo tiene un doble significado la compra de un bien en esta sociedad; como los jóvenes aceleran la globalización consumiendo marcas , productos y servicios con valor subliminal; cómo se ha ridiculizado y deslegitimado las antiguas formas de vida, para impulsar el consumismo. También, tendremos que estudiar cómo eliminar la sociedad del trabajo; cómo recuperar “el derecho a la pereza” preconizado por Lafargue; cómo la ideología del trabajo culpabiliza al desempleado y genera el llamado “horror económico”; cómo el trabajo productivista esclaviza a los seres humanos y aumenta continuamente los tiempos de trabajo; cómo nos insertamos en el ciclo infernal de trabajar sin limite para consumir sin límite ; cómo el trabajo moderno es alienante y deshumanizador. Tendremos que considerar la relocalización del mundo: cómo lograr una relocalización generalizada ; relocalización de la política; relocalización de las formas de vida; relocalización de la economía ; cómo reaprender la gratuidad y la naturaleza ( la luz del sol, el aire, los amaneceres o las amistades) ; cómo reencontrarse con la Naturaleza( la naturaleza como una compañera); cómo recobrar la autenticidad de la vida: recuperación de los saberes y del saber hacer; como conseguir una vida de actor y no de espectador. Y también, ¿Qué política para la liberación del cuerpo? : cómo liberar al cuerpo de los maltratos de las instituciones, del trabajo , de la competencia, de los roles sociales; como reenfrentar los problemas del nacimiento, de la juventud y de la vejez. Tendremos también que reflexionar sobre la necesidad de revalorizar el tiempo y el espacio; eliminar la idea de que tiempo es dinero o de que todo debe ser rápido y breve; recuperar la calidad de los tiempos: la noche, el día, las fiestas; reconocer cómo la velocidad aniquila el territorio y la vida; reconocer que la velocidad es la cara oculta de la riqueza. No debemos olvidar la reflexión sobre el espacio: La ecología del tiempo es también la ecología del espacio. La sociedad crecientita desarrolla prótesis técnicas para la desnaturalización del espacio: autopistas, vías rápidas; periféricos, distribuidores viales que cortan y destruyen y hacen lejanos todos los sitios. En fin, tendremos que redescubrir el significado de la autonomía, recobrar los valores, los símbolos que nos permitan abandonar esta sociedad suicida amante de la muerte: Será necesario estudiar en estos coloquios la manera de crear en México un movimiento político para el descrecimiento que considere que las únicas leyes que debemos respetar son las leyes políticas y no las económicas. Espero que nos acompañen en esta alegre tarea. Muchas gracias
* Más info en: www.decrecimiento.info
Nombre: Antonio Valencia (16/03/2009)
¿CÓMO SATISFACER LA CRECIENTE DEMANDA ELÉCTRICA?
En este contexto nacional de efectiva ausencia de política estatal energética, entre los expertos no deja de haber consenso respecto de varios puntos álgidos referentes a qué hay que hacer: debemos ahorrar energía -particularmente electricidad-, debemos hacer que crecientemente el transporte -principalmente el público- pase a depender de la electricidad no producida con petróleo, y debemos de producir electricidad solo con fuentes renovables y no contaminantes. Pero la falta de una política energética categóricamente ambientalista, solidaria y progresista, impide que se avance por esos derroteros. La carencia de tal política hace que el consumo de energía siga aumentando, porque prácticamente no hay educación al consumidor ni decisiones tecnológicas y económicas para el ahorro, y que, además, no se fomente contundentemente la explotación creciente de fuentes de energía renovable, propias y no contaminantes, y se “pene” las de signo contrario.
En un ámbito de actividad humana tan capital y dinámico como el de la producción y consumo de energía, hay conceptos muy claros en todo el orbe, como el de que la demanda de energía es ascendente y que ésta, particularmente la electricidad, es un insumo cada día más indispensable para satisfacer todas las necesidades y deseos humanos. Pero así como hay conceptos irrebatibles, y también avances tecnológicos gigantes en la esfera de la generación, el uso y el ahorro, asimismo hay permanente incertidumbre y controversia respecto de en qué fuentes y con qué tecnologías las sociedades deben de invertir y confiar en el corto y en el largo plazos. En esto incide no solo el hecho de que la investigación científica es muy copiosa, diversa y alentada por intereses distintos, lo que hace que sus resultados sean muy heterogéneos, sino también el hecho de que hay fuerzas políticas y económicas muy poderosas que pujan por opciones disímiles y hasta contrarias, las cuales ni siquiera son estables sino permanentemente cambiantes, a tono con el dinamismo del sector energético y del proceso de conocimiento científico e innovación que se da en función de él. Tal dinamismo y mutabilidad se ven ilustrados –mundialmente- por la relegitimación, que se está dando en Europa y otras regiones, de la explotación de la energía nuclear, hasta hace muy poco rechazada por todos los ambientalistas y sectores decisivos de la clase política; y nacionalmente se ven ilustrados por el despunte de la discusión sobre la pertinencia de la explotación geotérmica en áreas silvestres protegidas.
La edición No. 37 (correspondiente a junio-2009) de la revista semestral AMBIENTALES viene dedicada al tema CÓMO SATISFACER LA CRECIENTE DEMANDA ELÉCTRICA EN COSTA RICA. Su contenido es el siguiente:
(1) René Castro, José A. Porras y Gustavo Jiménez: ALTERNATIVAS PARA EL MEJOR APROVECHAMIENTO DE LA ELECTRICIDAD EN COSTA RICA
(2) Leiner Vargas: PRODUCIR MÁS ENERGÍA: CÓMO, CUÁNDO Y CUÁNTO
(3) José María Blanco: EFICIENCIA ENERGÉTICA: UNA ESTRATEGIA DE POLÍTICA PÚBLICA EN CENTROAMÉRICA
Y además:
Andrea Montero y José Aurelio Sandí: CONTAMINACIÓN DE AGUAS POR EL BENEFICIADO DEL CAFÉ EN COSTA RICA, 1840-1910
Para leer esta edición en línea: www.ambientico.una.ac.cr/A37.pdf
Para acceder a la versión impresa: 22773688; ambienti@una.ac.cr
Eduardo Mora, editor
Escuela de Ciencias Ambientales de la Universidad Nacional
Nombre: Eduardo Mora (20/08/2009)
SÓLO 1 PALABRA: ¡EXCELENTE!
Nombre: daniela benitez santander (03/07/2011)