UNA AGRICULTURA DE ANDAR POR CASA... (CONSEJOS Y DETALLES)
Los primeros informes que se tienen de esta hortaliza la ubican en la región del Mediterráneo y en las Islas Canarias (Vavilov, 1951). Aristóteles hace mención de la acelga en el siglo IV a.C. La acelga ha sido considerada como alimento básico de la nutrición humana durante mucho tiempo.
Familia:Amarantáceas. Especie:Beta vulgaris L. var. cicla (L.).
La acelga es una planta bianual y de ciclo largo que no forma raíz o fruto comestible. Posee una raíz bastante profunda y fibrosa. (Se llaman Bianuales porque se desarrollan en 2 años distintos. No es que vivan 2 años (24 meses), sino que una parte de su vida la pasan en un determinado año y la otra en el siguiente. Es decir, que si se siembran en verano u otoño de un determinado año, florecen la primavera del año siguiente, después de pasar el invierno. Necesitan más tiempo para emitir las flores que las Anuales.)
Sus hojas constituyen la parte comestible y son grandes de forma oval tirando hacia acorazonada; tiene un pecíolo o penca ancho y largo, que se prolonga en el limbo; el color varía, según variedades, entre verde oscuro fuerte y verde claro. Los pecíolos pueden ser de color crema o blancos.
La floración para conseguir semillas. Para que se presente la floración necesita pasar por un período de temperaturas bajas. El vástago floral alcanza una altura promedio de 1.20 m. La inflorescencia está compuesta por una larga panícula. Las flores son sésiles y hermafroditas pudiendo aparecer solas o en grupos de dos o tres. El cáliz es de color verdoso y está compuesto por 5 sépalos y 5 pétalos.
Las semillas son muy pequeñas y están encerradas en un pequeño fruto al que comúnmente se le llama semilla (realmente es un fruto), el que contiene de 3 a 4 semillas.
Sobre la temperatura más adecuada para su desarrollo. La acelga es una planta de clima templado, que vegeta bien con temperaturas medias; le perjudica bastante los cambios bruscos de temperatura. Las variaciones bruscas de temperatura, cuando las bajas siguen a las elevadas, pueden hacer que se inicie el segundo periodo de desarrollo, subiéndose a flor la planta.
Acelgas con puré de zanahoria y pencas rebozadas.
Una forma muy sencilla de disfrutar las hortalizas que cultivemos.
La planta se hiela cuando las temperaturas son menores de -5ºC y detiene su desarrollo cuando las temperaturas bajan de 5ºC. En el desarrollo vegetativo las temperaturas están comprendidas entre un mínimo de 6ºC y un máximo de 27 a 33º C, con un medio óptimo entre 15 y 25º C. Las temperaturas de germinación están entre 5ºC de mínima y 30 a 35ºC de máxima, con un óptimo entre 18 y 22ºC.
No requiere excesiva luz, perjudicándole cuando ésta es elevada, si va acompañada de un aumento de la temperatura. La humedad relativa está comprendida entre el 60 y 90% en cultivos en invernadero.
En algunas regiones tropicales y subtropicales se desarrolla bien, siempre y cuando esté en zonas altas y puede comportarse como perenne debido a la ausencia de invierno marcado en estas regiones.
La preparación del suelo. La acelga necesita suelos de consistencia media; vegeta mejor cuando la textura tiende a arcillosa que cuando es arenosa. Requiere suelos profundos, permeables, con gran poder de absorción y ricos en materia orgánica en estado de humificación.
Es un cultivo que soporta muy bien la salinidad del suelo, resistiendo bien a cloruros y sulfatos, pero no tanto al carbonato sódico. Requiere suelos algo alcalinos, con un pH óptimo de 7,2; vegetando en buenas condiciones en los comprendidos entre 5,5 y 8; no tolerando los suelos ácidos.
Dentro de las variedades de acelga hay que distinguir sus características: • Color de la penca: blanca o amarilla. • Color de la hoja: verde oscuro, verde claro, amarillo. • Grosor de la penca: tamaño y grosor de la hoja; abuñolado del limbo. • Resistencia a la subida a flor. • Recuperación rápida en corte de hojas. • Precocidad.
Acelga verde con penca blanca Bressane.
Las variedades más conocidas. • Amarilla de Lyon. Hojas grandes, onduladas, de color verde amarillo muy claro. Penca de color blanco muy puro, con una anchura de hasta 10 cm. Producción abundante. Resistencia a la subida a flor. Muy apreciada por su calidad y gusto.
• Verde con penca blanca Bressane. Hojas muy onduladas, de color verde oscuro. Pencas muy blancas y muy anchas (hasta 15 cm.). Planta muy vigorosa, por lo que el marco de plantación debe ser amplio. Variedad muy apreciada.
• Otras variedades: Verde penca blanca, R. Niza, Paros, Green y Fordook Giant.
Preparación del terreno. Se dará una labor profunda al suelo y si se aporta estiércol, se aprovechará la labor para enterrarlo. A continuación se darán un par de labores de cultivador, grada o fresadora, aprovechando alguna de esas labores para aportar el abonado de fondo.
Según la forma de recolección de la acelga, la preparación del suelo será diferente. Así cuando la recolección se hace por corte de hojas, se puede cultivar en caballón o en era. Cuando se recolecta por plantas enteras es preferible cultivar en eras. Los caballones tendrán una separación entre sí de 40 a 50 cm. Las eras se hacen de 1,5 m de ancho por 4 ó 5 m de longitud, dejando pasillos de servicios en el sentido longitudinal.
En la acelga se utiliza normalmente la siembra directa, colocando de 2 a 3 semillas por golpe, distantes 0,35 cm sobre líneas espaciadas de 0,4 a 0,5 m, ya sea en surco sencillo o doble.
Langostinos y acelgas con salsa de piña.
Receta. 400 gr de langostinos, 400 gr de acelgas, 1 taza de mahonesa, 2 cucharadas de ketchup, 1 diente de ajo, 1 rodaja de piña al natural, unas gotas de brandy o whisky, 1 cebolleta, 1 guindilla, aceite de oliva y sal.
Las épocas de siembra de acuerdo a la zona son las siguientes: Zona Fría: • Época de siembra: octubre-marzo. • Días a la madurez: 50-60.
Zona Cálida Templada: • Época de siembra: todo el año. • Días a madurez: 55-65.
Se pueden obtener poblaciones de 86.000 plantas por hectárea. • Densidad de siembra: 8-10 Kg/ha • Distancia entre surcos: 66 ó 77 cm a hilera sencilla 92 ó 100 cm a hilera doble • Distancia entre plantas: 25 cm
Es importante para la siembra directa colocar una semilla por alveolo. Esto conlleva un aclareo posterior de las plantas, debido a que las semillas de acelga son poligérnicas y de cada una de ellas emergerán varias plantas.
En invernadero es común germinar las semillas en semilleros, repicando las plantas cuando tienen cuatro o cinco hojas. De esta forma es posible trasladar las plantas al terreno definitivo de cultivo con un mes de adelanto respecto a las plantas de siembre directa. De esta forma se tarda entre 8 a 10 días en nacer la semilla de acelga, cuando las temperaturas están comprendidas entre 25ºC por el día y 15ºC por la noche. Los marcos de plantación más empleados son de 7 plantas por metro cuadrado.
Para el Aclareo. Si la siembra se realiza directamente en el suelo de cultivo, cuando las plantas tienen 3 ó 4 hojas se aclara cada golpe de siembra, dejando una sola planta. Las plantas que se eliminan se cortarán con ayuda de una navaja o tijera ya que si se arrancan se puede desarraigar a la planta que queda en el suelo de cultivo.
Las malas hierbas. Durante los primeros estadios de la planta es común dar labores de bina al suelo. Cuando las plantas son más adultas esta operación se sustituye por una escarda manual que mantenga al suelo limpio de malas hierbas. Si se acolcha el suelo estas labores solo se realizarán antes de su instalación.
En los cultivos de invernadero destaca el empleo del acolchado para proteger al suelo de malas hierbas. En los acolchados de cultivos invernales para producción de follaje es recomendable emplear lámina de polietileno negro, o transparente, o blanco opaco de 100 galgas de grosor.
La anchura de las láminas de plástico para el caso de acolchar eras, debe ser de la dimensión que tengan las eras. Si el cultivo se realiza en llano, ocupando todo el espacio del suelo del invernadero, entonces se ponen franjas lo más anchas posible. Solapándose unas con otras y cubriendo todo el suelo.
El plástico al colocarlo debe quedar lo más tenso posible y muy pegado a la tierra, con el fin de que las plántulas de malas hierbas tengan poco volumen de aire para su desarrollo.
Otra técnica de protección del suelo es el empajado. Es útil cuando no se emplean las técnicas de acolchado con plástico o las de enarenado.
Tradicionales son los garbanzos con acelgas.
Ingredientes: 1 kg de garbanzos (en remojo desde la víspera), 400 g acelgas, 150 g de pan troceadito, 1 1/2 cucharadita de pimentón dulce, 5 dientes de ajo, 6 tomates en rama, sal, aceite.
El abonado adecuado. En invernadero la acelga constituye normalmente un cultivo secundario y a pesar de tratarse de un cultivo exigente en materia orgánica, no suele aplicarse estiércol, a no ser que el siguiente cultivo de la alternativa requiera el aporte de estiércol en el cultivo anterior. Sin embargo, si supone el cultivo principal de la alternativa, es aconsejable aportar 2,5-3 kg/m2 de estiércol para obtener el máximo rendimiento.
Los requerimientos de nitrógeno son elevados desde que comienza el rápido crecimiento de la planta hasta el final del cultivo. Las necesidades de potasio son elevadas a lo largo de todo el ciclo de cultivo. A título orientativo, el abonado de fondo puede llevarse a cabo con la aplicación de 50 g/m2 de abono complejo 8-15-15.
En el abonado de cobertera, con riego por gravedad, es común aplicar 10 g/m2 de nitrato potásico después de cada riego, no debiendo rebasar los 50 g/m2 en la suma del total de las aplicaciones. Esta dosis puede aumentarse hasta 100 g/m2, cuando la recolección se hace por corte periódico de hojas, abonando después de cada corte.
En fertirrigación, cuando la recolección se hace por hojas y el ciclo de cultivo es de aproximadamente de 5 meses, el abonado puede programarse de la siguiente forma:
• Aplicar un abonado de fondo de 20 g/m2 de abono complejo 15-15-15. • Después de plantar, regar diariamente durante una semana sin abono. • Durante las dos semanas siguientes, regar tres veces por semana, aportando en cada riego: * 0,10 g/m2 de nitrógeno (N). * 0,15 g/m2 de anhídrido fosfórico (P2O5). * 0,10 g/m2 de óxido de potasa (K2O).
• Durante el mes siguiente, regar tres veces por semana, aportando en cada riego: * 0,20 g/m2 de nitrógeno (N). * 0,15 g/m2 de anhídrido fosfórico (P2O5). *0,10 g/m2 de óxido de potasa (K2O). • Al siguiente mes, regar tres veces por semana, aportando: * 0,30 g/m2 de nitrógeno (N). * 0,10 g/m2 de óxido de potasa (K2O). • Posteriormente y hasta 15 días antes de finalizar el cultivo, regar tres veces por semana, aplicando en cada riego 0,50 g/m2 de nitrógeno (N).
Detalles para su riego. La acelga es un cultivo que debido a su gran masa foliar necesita en todo momento mantener en el suelo un estado óptimo de humedad. Para obtener una hortaliza de buena calidad no conviene que la planta acuse síntomas de deshidratación, durante las horas de mayor temperatura en el invierno, para evitar que los tejidos se embastezcan.
Cuando el riego se realiza por gravedad se recomiendan aportes de agua después de la plantación, a los 15-20 días y luego se establece un turno de 20 días que se irá aumentando hasta febrero y se reducirá a partir de esas fechas.
Para su recolección. La recolección de la acelga puede hacerse de dos formas, bien recolectando la planta entera cuando tenga un tamaño comercial de entre 0,75 y 1 Kg de peso, o bien recolectando manualmente las hojas a medida que estas van teniendo un tamaño óptimo.
La longitud de las hojas es un indicador visual del momento de la cosecha (25 cm), siendo el tiempo otro parámetro, 60-70 días el primer corte y después cada 12 a 15 días. Es recomendable cortar las hojas con cuchillos o navajas bien afilados, evitando dañar el cogollo o punto de crecimiento, ya que podría provocarse la muerte de la planta. De esta forma se puede obtener una producción media de 15 kilos por metro cuadrado.
Una vez recolectadas las hojas, se colocan en manojos de un kilo que a su vez se empaquetan en conjuntos de 10 kilos. En cada manojo se alterna la mitad del fajo de hojas y otra mitad del pecíolo. La conservación se realiza a 0ºC y 90% de humedad relativa durante 10-12 días
Su valor nutricional. (Valor nutricional de acelga en 100 g de producto fresco) Agua (%) 91.1 Grasas (g) 0.3 Fibra (g) 0.8 Hierro (mg) 3.2 Calcio (mg) 88 Vitamina A (U.I.) 6.500 Vitamina C (mg) 3.2
Como seleccionarla y conservarla. Se han de seleccionar las acelgas de hojas frescas, tiernas e intactas, de color verde uniforme y brillante y de pencas duras. Las acelgas con hojas muy grandes, ásperas, de color verde amarillento y con tallos fibrosos advierten de que la planta ya ha florecido o está a punto de hacerlo, lo que hace que sus pencas desarrollen un sabor muy amargo. Rechace también las hojas blandas (señal de deterioro) o marchitas o las que presentan evidencia de daño causado por insectos.
La acelga es una verdura de vida corta. Por ello, conviene consumirla en 2 ó 3 días desde su recolección. Guardada en el verdulero del frigorífico se conserva unos días más. Si se compra la acelga fresca y se desea congelar, se ha de escaldar previamente durante 2-3 minutos en agua hirviendo.
Empanada con relleno de acelgas y jamón con queso.
Sus propiedades medicinales. La acelga goza de numerosas aplicaciones medicinales y alimenticias, por ser emoliente, refrescante, digestiva, diurética, diaforética y nutritiva. Se emplea con éxito la decocción de las hojas en las inflamaciones de la vejiga y contra el estreñimiento. Igualmente presta valiosos servicios en las hemorroides y en las enfermedades de la piel.
La acelga en ensalada con zumo de limón, sirve para fortalecer el estómago y vigoriza el cerebro, así como para desinflamar los nervios. Contra los cálculos biliares se tomará en ayunas un vaso de zumo de acelga con zumo de berro en partes iguales. Como laxante en casos de estreñimiento pertinaz, se tomará el zumo de acelga, la cantidad de medio vaso, más una cucharada de aceite de oliva.
Además la acelga es benéfica en las siguientes enfermedades: inflamaciones de los riñones, uretra y pelvis renal, trastornos del hígado e inflamaciones de la vesícula biliar, cólicos hepáticos y nefríticos, gota, reumatismo, diabetes, enfermedades de piel como eczemas, úlceras, llagas, etc., hemorragias de los intestinos, inflamaciones del duodeno, enterocolitis, asma, supresión de la orina, emisión difícil o dolorosa de la orina, vómitos de sangre, etc. Para todos estos casos, se usará la acelga en forma de ensalada o cocida a vapor, o mejor aún, se tomará el zumo crudo.
El cocimiento de las raíces es magnifico para las enfermedades del hígado, para esto se tomará por tacitas. Los frutos tostados a manera de café y reducidos a polvo, se tomará la cantidad de una cucharada en una taza de infusión de llantén o en una copa de vino áspero, contra la disentería, hemorragias uterinas y emisiones abundantes de orina.
La acelga se emplea en las escoriaciones y en general en las inflamaciones de la piel. En cataplasma se utiliza la acelga contra el zaratá (endurecimiento o cáncer del pecho), hemorroides, úlceras, heridas, llagas. Contra el reumatismo se usará cataplasma de las hojas frescas de acelga y apio, aplicadas varias veces al día. En enemas se utiliza la acelga en cocimiento, especialmente las hojas para combatir los catarros del colon y aliviar los pujos en las diarreas anguinolientas. Asimismo es magnifico este enema en los estados febriles, particularmente en la tifoidea, pero si se desea obtener una acción más enérgica se hará hervir la raíz bien triturada con un poco de manzanilla y corteza de malva.
Además las acelgas cubren el 25 % de las necesidades diarias de potasio, el 30% de calcio, la mitad del hierro, casi la mitad del magnesio, el 20 % de la vitamina E, yodo, ácido fólico y un poco de vitamina B.
Su relación con la salud. La acelga goza de numerosas aplicaciones medicinales y alimenticias, por ser refrescante, digestiva, laxante y diurética.Exceso de pesoPor su escaso valor energético, la acelga constituye un alimento idóneo para preparar platos de verduras, recomendables en especial, para quienes siguen una dieta de adelgazamiento. No hay porque limitarse a tomar la acelga hervida o cocida; al vapor resulta más sabrosa, así como salteada con un poco de aceite y ajo.
Para las mujeres embarazadas y niños. Por su excelente contenido de folatos, es una opción fundamental en la alimentación de la mujer embarazada. La deficiencia de esta vitamina durante las primeras semanas de embarazo puede provocar en el futuro bebé defectos del tubo neural, como la espina bífida o la anencefalia. Los requerimientos de folatos son superiores también en los niños en edad de crecimiento. Por ello, la inclusión de verduras de hoja verde en su alimentación habitual es una forma interesante de prevenir deficiencias.
Si se toma cruda en ensalada, el contenido de esta vitamina es mayor, ya que es sensible al calor, por lo que al cocerla se pierde una cantidad importante de este nutriente. Prevención de enfermedades.
El beta-caroteno destaca en la composición de la acelga, lo que la convierte en una verdura recomendada para quienes tienen un mayor riesgo de sufrir carencias de vitamina A. Es el caso de quienes siguen dietas bajas en grasa o personas cuyas necesidades nutritivas se incrementan (periodos de crecimiento, embarazo y lactancia, tabaquismo, alcoholismo, anticonceptivos y diuréticos, estrés, defensas disminuidas, actividad física intensa, cáncer y Sida o enfermedades inflamatorias crónicas).
Además, la disponibilidad de beta-caroteno aumenta con la cocción, por lo que las acelgas cocidas, siguen siendo buena fuente de esta provitamina. No ocurre lo mismo con la vitamina C, cuya concentración se reduce por la exposición al aire, a la luz o al calor.
Estos dos últimos nutrientes tienen en común la capacidad antioxidante, de modo que su aporte adecuado contribuye a neutralizar la acción dañina de los radicales libres, sustancias implicadas en el desarrollo de enfermedades degenerativas, cardiovasculares y cáncer.
Asimismo, el consumo de alimentos ricos en provitamina o vitamina A está indicado para personas propensas a padecer infecciones respiratorias (faringitis, laringitis o bronquitis), problemas oculares (fotofobia, sequedad o ceguera nocturna) o con la piel seca y escamosa.
¿Sabías que las acelgas...?
A la hora de comprarlas es mejor no elegirlas demasiado grandotas ya que son menos sabrosas. Cuidar que estén bien firmes y sin manchas. Las acelgas se estropean fácilmente incluso en el refrigerador o nevera aunque aguanta unos cuatro o cinco días si la metemos dentro de un plástico sin cerrar o con agujeritos.
Las hojas verdes de la acelga presentan una importante cantidad de luteína, caroteno sin actividad de provitamina A. Esta sustancia es abundante en diferentes partes del ojo humano y actúa como protector frente al desarrollo de cataratas en la edad avanzada. Además, el nivel en sangre de luteína se ha relacionado inversamente con el riesgo de padecer trastornos cardiovasculares.
Potencia el sistema de defensas. En las últimas décadas se han acumulado pruebas que avalan la existencia de una serie de acciones biológicas de los carotenoides entre las que se incluyen efectos beneficiosos sobre el sistema inmunológico. Así, dichas sustancias se alzan como un importante apoyo para aliviar enfermedades carenciales y situaciones patológicas.
Laxante y diurética. Por su riqueza en fibra, la acelga presenta propiedades laxantes, por lo que previene o mejora el estreñimiento. Por su abundante contenido en agua y potasio, resulta diurética, lo que es beneficioso en un buen número de afecciones, como la hipertensión, retención de líquidos y oliguria (producción escasa de orina), entre otras. Para combatir el estreñimiento, se puede tomar medio vaso de zumo de acelga mezclado con una cucharada de aceite de oliva.
Cálculos renales. Las verduras suelen tener en su composición sustancias orgánicas que se denominan antinutritivas porque interfieren la absorción de otros nutrientes.
En la acelga destaca la presencia de ácido oxálico, que tiene la capacidad de formar en el intestino un complejo con minerales como el calcio y el hierro que impide su absorción. Esta misma sustancia es la responsable de que la acelga se recomiende consumir con moderación a quienes tienen tendencia a formar cálculos renales, artritis... Sin embargo, para que se formen cálculos de oxalato, la cantidad ingerida de esta sustancia debe ser considerable, y además la mayor parte de ácido oxálico desaparece al desechar el agua de cocción de esta verdura.
Anemias. La falta de hierro o de ácido fólico se relaciona con distintos tipos de anemia. En la acelga sobresalen estos nutrientes, lo que hace que sea interesante para incluirla en caso de anemia. Si se toma cruda en ensalada, su contenido natural en vitamina C favorece la absorción de hierro.
Buena para la vista. El mecanismo que explica la relación de la vitamina A con la vista se relaciona con una forma activa de dicha vitamina, el 11-cis-retinal. Ésta combina con una sustancia orgánica (opsina) con la que forma un compuesto activo llamado rodopsina que se encuentra en la retina del ojo humano.
Los rayos de luz de baja intensidad descomponen la rodopsina de los bastoncillos (receptores sensibles a luz que hay en la retina) y por medio de una serie de reacciones químicas se produce la excitación del nervio óptico y origina en el cerebro estímulos visuales. Cuando no hay suficiente cantidad de vitamina A, se produce ceguera nocturna porque los bastoncillos son sensibles a la luz de baja intensidad. Así, el consumo acelga resulta útil para quienes padecen problemas oculares, como fotofobia, sequedad ocular o ceguera nocturna.
Buena fuente de yodo. La deficiencia de yodo en el feto se asocia con una mayor incidencia de abortos espontáneos, defectos del desarrollo psicomotor e incluso cretinismo. El hipotiroidismo congénito afecta al desarrollo físico y mental. Acelgas, remolachas, ajos o puerros, entre otras, son buena fuente de yodo. La concentración en los vegetales depende de la riqueza del suelo en este mineral, del uso de ciertos fertilizantes y del procesado de los alimentos. Los suelos de algunas zonas de Granada, Galicia, León, Extremadura y Navarra son pobres en yodo y también lo son sus aguas y vegetales de cultivo.
Las Acelgas siempre se han asociado a alimentos sin sabor. Es muy curioso que quizá por esa asociación la gente las toma muy hervidas y evidentemente no saben a nada. Se pueden hacer de muchas maneras, desde al vapor a salteadas y acepta la mayoría de las especias. * A la hora de cocinar las acelgas hay que tener en cuenta Lavarlas en primer lugar ya que suelen contener tierra. * Controlar la cantidad ya que menguan mucho. * Vigilar la sal ya que tienden, como las espinacas, a tomar un fuerte sabor. * No cocinarlas demasiado rato ya que sino quedan demasiado "pochas" y liberan más ácido oxálico (negativo para los que sufren cálculos renales) * De las acelgas se aprovecha tanto las hojas de color verde como la penca o tallo. * Cuando las acelgas son viejas tienden a amargar, sobre todo el tallo o penca.
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