VALENCIA: UNA CIUDAD SIN CORAZÓN, INMERSA EN LA LOCURA Y EN LA DESIDIA INSTITUCIONAL
Una ciudad sin ciudadanos, sin personas... pero con espectaculares contenedores y escaparates comerciales
Urge un gobierno municipal que supere la escisión entre la política y la sensibilidad por lo cotidiano, lo pequeño y lo próximo y para el que mejorar las condiciones reales de vida en todos los ámbitos de la ciudad, constituya una prioridad ineludible.
(imagen omitida)
Los más de trece años de gobierno de la señora Barberá en el ayuntamiento de Valencia han marcado un estilo de gobierno perfectamente identificable en sus contornos políticos y personales; un modelo con algunas características equivalentes a las de los gobiernos conservadores más rancios pero con ingredientes que le confieren un perfil muy particular. La Valencia de la señora Barberá es la de la foto aérea, realizada desde una distancia suficiente para que sólo se distingan las luces de neón.
La postal aérea a la que se le niega el zoom, que pondría en evidencia demasiadas grietas y desequilibrios que una aproximación de detalle presentaría con toda crudeza. Pero la señora Barberá no quiere verse interpelada por la Valencia del día a día, de los problemas de los ciudadanos. Practica una política que resulta hostil para miles de valencianas y valencianos que soportan niveles intolerables de ruidos y de contaminación, de pobreza, de carestía de vida y de especulación sin límites, con carencia de equipamientos sociales y culturales básicos en muchos de sus barrios, sin residencias públicas para mayores, ni escuelas públicas infantiles, sin una sola casa de cultura, con un tráfico caótico y niveles de inseguridad preocupantes.
Una ciudad cada vez más intercultural en la que brillan por su ausencia las políticas reales de integración, y donde la actividad cultural promovida desde el ayuntamiento destaca por su mediocridad. Cultura en general de pésima calidad aunque, eso sí, suministrada a granel. La alcaldesa de Valencia ha ido configurando una ciudad fortaleza, incapaz de relacionarse de una manera fluida con los municipios de su entorno, renunciando a compartir un papel vertebrador de un espacio territorial y económico que trascienda los límites geográficos de la ciudad, para competir en condiciones ventajosas en la Europa de las ciudades.
La señora Barberá rehuye esta estampa de la ciudad y actúa por elevación impulsando y agarrándose como clavo ardiendo a hitos totalizadores que como los rascacielos de Calatrava o la Copa del América no pueden acabar engulliéndolo todo como un agujero negro, negando y ocultando las otras realidades de Valencia. En este escenario, la señora Barberá no se olvida de la dimensión emocional de la política, a mitad camino entre el victimismo y el populismo trasnochado con el que imparte lecciones de pasión por Valencia. Pero la Valencia de la alcaldesa es una ciudad amputada e incompleta, a la que le falta corazón y le sobran fastuosidad, delirios de grandeza, despilfarro, autoritarismo y anacronismos impropios de una ciudad del principios del siglo XXI, donde se confunde lo institucional con lo religioso, lo público con lo privado. Una ciudad en la que se que permiten escenas tan surrealistas como que uno de sus concejales en el gobierno, el señor Silvestre Senent, pueda descolgar impunemente un cuadro expuesto al público en el Museo de la Ciudad, La Novia de Fillol, para decorar su despacho sin que la alcaldesa le afee el gesto. Todo un síntoma de la manera en que el PP y Barberá entienden la política.
Frente a este modelo de ciudad de escaparatismo efectista pero hueco, es posible otra Valencia más justa, moderna y tolerante, que apueste por un desarrollo territorial y social más sostenible y cohesionado en todos sus barrios, que recupere al ciudadano como eje y medida de las preocupaciones de sus gobernantes. Urge un gobierno municipal que supere la escisión entre la política y la sensibilidad por lo cotidiano, lo pequeño y lo próximo y para el que mejorar las condiciones reales de vida en todos los ámbitos de la ciudad, constituya una prioridad ineludible.
JUAN SOTO - Concejal del PSPV
La oposición propone que el Ayuntamiento compre la fábrica La Ceramo de Benicalap.
Soto reclama que no se construyan viviendas junto a la nave neomudéjar.
EUROPA PRESS/ VALENCIA
El grupo socialista ha presentado una moción a la Comisión de Cultura en la que solicita que se suspendan las licencias de construcción en la parte trasera del edificio de La Ceramo, en Benicalap, ante la próxima y previsible declaración de la antigua fábrica de cerámica como Bien de Relevancia Local.
En la moción se solicita, asimismo, que el Ayuntamiento adquiera el edificio, “uno de los más emblemáticos y característicos de Benicalap”, lo rehabilite y lo destine a escuela municipal de cerámica.
El concejal firmante de la moción, Juan Soto, pide que se incluya en el presupuesto municipal de 2005 partidas necesarias para la adquisición y rehabilitación de este espacio, y que se inicie el expediente para solicitar a la Generalitat “las subvenciones necesarias al declararse el edificio Bien de Relevancia Local”.
Soto explicó que La Ceramo es un edificio de estilo neomudéjar que tiene más de 150 años de historia, y que el Plan General “no lo incluye como protegido”. Sin embargo, añade, sí destina este plan gran parte del inmueble a servicio público, excepto la parte trasera, recayente a la calle José Grollo, “que se reserva para la construcción de un edificio de viviendas de cinco alturas”.
La fábrica fue construida en 1855 por Josep Ros Furió. Tal fue su importancia que muchas de sus piezas decoran todavía hoy edificios como la Estación del Norte, el mercado de Colón y mercado Central.
Fuente: LAS PROVINCIAS
Lunes, 13 de diciembre de 2004
http://www.lasprovincias.es/valencia/pg041213/prensa/noticias/Valencia/200412/13/VAL-VAL-007.html
El BLOC acusa Barberà d´incomplir el seu compromís de rehabilitar "La Ceramo" de Benicalap.
LEVANTE - EMV. 14 de septiembre de 2003
Vicent Flor (BLOC): “La Ceramo és una mostra de com Barberà enganya als ciutadans”.
Des de que en 1997 l’últim gerent de la història fàbrica de ceràmica denunciara el perill que fóra derruida, tant l’Ajuntament com la Conselleria han promés sistemàticament la seua salvació cada volta que els veïns de Benicalap denunciaven el seu estat lamentable.
Vicent Flor, secretari comarcal del Bloc de València ha acusat a Rita Barberà, alcaldessa de València, i a Manuel Tarancón, conseller de Cultura, d’incomplir una darrere de l’altra totes les promeses públiques que han fet durant els últims anys de conservar “La Ceramo” (1885), sempre que l’Associació Cultural i Veïnl “Cercle Obert” i altres entitats i personalitats del món veïnal i cultural, han denunciat el seu estat d’abandó i deteriorament.
En este sentit, Flor ha recordat que: “Davant les denúncies veïnals aparegudes en premsa, el 29 de juliol de 1997 la Conselleria de Cultura anuncià que rehabilitaria La Ceramo per crear en ella una Unitat de Recuperació Ceràmica i una Escola Taller, promesa que fou reiterada el 4 de novembre de 1998 i el 16 de maig de 1999 pel cap del servei de restauració de la Direcció General de Patrimoni de la Conselleria de Cultura, senyor Miguel Marzal, amb l’única finalitat de fer callar els veïns que continuaven reclamant una intervenció pública que evitara la seua pèrdua” . Cal recordar també que en els Pressupostos de la Generalitat Valenciana de 2000 es destinà una partida de 50 milions per a La Ceramo que finalment no foren gastats.
A més ha afegit que: “L’Ajuntament de València també es va comprometre en este assumpte ja que el 4 maig de 1999 anuncià que negociaria la compra La Ceramo i el 22 de novembre del mateix any acceptava col·laborar econòmicament amb la Conselleria en la seua adquisició rehabilitació, sense que a data de hui hagen fet res en eixe sentit.”
L’incompliment dels compromisos de Conselleria i Ajuntament ja foren denunciats públicament pel BLOC el 16 d’agost de 2000.
Per a Vicent Flor: “La situació de La Ceramo és una de les moltes mostres de com el govern del Partit Popular enganya als ciutadans anunciant en els mitjans de comunicació la solució de determinats temes d’interés municipal que després no formen part de les decissions ni de la política de despesa pública”.
Davant el deteriorament que ha patit “La Ceramo” en estos anys per la desídia institucional (en els quals ha sigut objecte de l’entrada d’indigents i tot tipus d’expolis i agressions), el BLOC demana l’expropiació per la via d’urgència de tot l’immoble i la realització d’una actuació tècnica de consolidació el més prompte possible, com a requisits indispensables per a poder assegurar la seua futura rehabilitació abans que siga massa tard.
“La Ceramo”, “fábrica de mayólicas”, edifici d’estil neomudèixar, és una de les fàbriques més importants en la història de la ceràmica valenciana. Fou construida en 1885 en l’antic Camí Vell de Burjassot (hui Avinguda de Burjassot) enfront de l’estació del “trenet” de Benicalap, per Josep Ros i Furió, un artista apassionat per la ceràmica tradicional valenciana, en concret per la realitzada amb la tècnica de reflex metàlic. Esta tècnica de cocció d’origen musulmà (també anomenada “porcel·lana daurada”) que tingué el seu esplendor a les terres valencianes als segles XIV-XV-XVI, especialment a Manises, havia quasi desaparegut a principis del S-XIX, però Josep Ros es dedicà intensament a la seua recuperació. Peces produides a “La Ceramo” decoren alguns dels edificis valencians més emblemàtics del segle passat i principis d’este com ara: el palau d’Ayora (1899), l’Estació del Nord (1906), el Mercat de Colom (1914), la Finca Roja (1929), el Mercat Central...
Dos generacions de la familía Ros continuran amb la tradició ceràmica i compatibilitzar els seus treballs en altres camps de les Belles Arts amb la direcció de “La Ceramo”: Josep Ros i Ferrer, fill del fundador es va interesar per la ceràmica de Paterna, anterior en el temps a la de Manises (S-XIII-XIV i XV) i Josep Ros i Ferrandis (sembla que este és el titolar del carrer Ceramista Ros, situat a la zona de Tres Forques), net del fundador es dedicà a la pintura i fou catedràtic de Procediments Pictòrics en l’Escola de Sant Carles.
Finalment, l’arquitecta Mª Pilar Ros, filla de Josep Ros i Ferrandis ven “La Ceramo” a Alfons Pastor en 1990, malgrat haver-li promés a son pare que mai ho faria.
Durant tots estos anys, l’Associació Cívica i Veïnal “Cercle Obert” de Benicalap ha realitzat una intensa tasca per exigir la protecció i rehabilitació de La Ceramo davant les administracions públiques, els mitjans de comunicació, el Síndic de Greuges, la UNESCO i el Consell Valencià de Cultura, el qual emeté en 1999 un Informe on recomava la conservació d’una sèrie d’elements patrimonials de Benicalap, entre ell “La Ceramo”. Cada volta que la qüestió ha aparegut en premsa, l’administració ha anunciat la seua voluntat de conservació sense que estat mai s’haja concretat en cap actuació administrativa.
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* Toda la información, alojada en Ibérica 2000, por este autor... (http://www.iberica2000.org/Es/Articulo.asp?Id=1110) (Enlace...)
>> Autor: CERCLEOBERT (13/12/2004)
>> Fuente: Juan Soto
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